Por lo menos podemos contabilizar entre ocho y diez aspirantes, que bajo diferentes métodos y con estrategias de toda naturaleza ya “pican piedra” y despliegan movimientos de acercamiento con los electores para estar preparados, en caso de que sus respectivas instituciones políticas les concedan, en primera instancia, la candidatura, porque esa será la primera gran batalla interna, que además, los llevará al desgaste.
El partido en el poder, el de la Revolución Democrática, viene socializando e impulsando a dos funcionarios del gabinete, el Secretario de Gobierno Jorge Messeguer Guillén y el de Turismo, Jaime Álvarez Cisneros, pero desde el Congreso local hay diputados que han levantado la mano pidiendo ser tomados en consideración. Pero reiteramos, los que ya están perfilados y con mayores posibilidades son los dos señalados anteriormente.
Pareciera ser el Revolucionario Institucional (PRI) el que más tiradores tiene, pero con algo de ascendencia entre los ciudadanos sobresalen tres: el delegado de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Jorge Meade Ocaranza; el titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente Francisco Moreno Merino y el diputado local Matías Nazario Morales.
En lo que corresponde al Partido Acción Nacional (PAN), también son por lo menos tres los que tienen ya casi definida su participación por la candidatura: el coordinador del grupo parlamentario en la cámara local, Javier Bolaños Aguilar; el diputado federal Luis Miguel Ramírez Romero, y la presidenta del CDE Norma Alicia Popoca Sotelo.
Sólo entre esos tres partidos ya tenemos los 10 contendientes. A ellos seguramente se agregarán otros, provenientes de los partidos Verde, Nueva Alianza y aquellos que en su oportunidad lo hagan con base en el nuevo partido, el Movimiento de Regeneración Nacional, formado con desprendimientos del PRD, PT y Movimiento Ciudadano.
Ese es más o menos el mosaico y son los “caballos” que vamos a ver en la carrera por la alcaldía capitalina, no obstante, como lo anticipábamos, primero se van a definir los procesos internos en cada instituto político. Ahí seremos testigos nuevamente de un enfrentamiento entre grupos y corrientes, aunque desde luego, hay quienes llevan algunas ventajas, ya sea por su propio trabajo o porque cuentan con la “bendición” de los que deciden el rumbo.
En lo que toca a los perredistas, nos queda claro que quienes tienen en este momento las mayores posibilidades, son Messeguer y Álvarez Cisneros. El primero pareciera venir apoyado por la mano del gobernador Graco Ramírez Garrido.
Sin embargo, el cargo que desempeña es de mucho riesgo, ya tiene mucho desgaste y a medida que los golpes se multipliquen desde las trincheras de oposición, será el blanco de los enemigos.
Jaime Álvarez como que la lleva más tranquila, pero requiere de acelerar el paso en lo que toca al trabajo de su competencia. No lo ha hecho mal, pero necesita mucho más empuje. La encuesta que el propio gobierno pagó revela una tendencia muy cerrada entre los dos, así que por ahí saldrá la decisión.
En el caso del tricolor, sólo diremos que la balanza se inclina hacia Meade o Nazario. Por cierto, éste último estuvo el fin de semana en Guadalajara, para la inauguración de la Feria Internacional del libro. Acompañó al dirigente nacional del SNTE, Juan Díaz y mañana martes asistirá a un encuentro que tiene la dirigencia nacional del magisterio con el presidente Enrique Peña Nieto y la mayoría de los gobernadores en el país; eso indiscutiblemente viste y abre puertas.
Y en lo que toca a los panistas, esa misma encuesta de la que hablamos, realizada por el gobierno, coloca muy a la cabeza a Bolaños Aguilar, seguido a distancia por Ramírez Romero. Si la elección de candidatos se diera con base en la ascendencia de cada uno con el electorado, entonces ya estaríamos más o menos configurando entre quiénes se daría la batalla de la contienda constitucional hacia el 2015.
Ahora, por trabajo y apoyos, también se deberían dar ciertas definiciones, porque igual y algunos tienen perfiles atractivos, pero les falta apoyo y recursos, que es otro factor definitivo para ser competitivos. También colocaríamos adelante a Messeguer y Álvarez del lado del PRD.
Respecto al PRI, dejaríamos la candidatura entre Meade y Nazario.
Y sobre el PAN, definitivamente el mejor aspirante que tiene y con quien pudieran dar la batalla, es con Bolaños Aguilar, pero ya ve usted que en ese partido suele imponerse la voluntad de un pequeño grupo de panistas que tienen secuestrado el partido desde hace años. Por eso perdieron el poder, desde la presidencia de la república, el estado y la alcaldía de Cuenavaca, pero si actúa por primera vez con mesura y talento, será el coordinador de la bancada el abanderado.
En el caso del priismo, el desempeño de Jorge Morales Barud al frente del Ayuntamiento contará mucho, por eso es imperativo que entrando el 2014 acelere el paso y entregue trabajo. Pero igualmente anticipamos que la batalla por Cuernavaca será crucial, sobre todo entre perredistas y priistas, porque es aquí donde se juega la elección de la gubernatura en el 2018. No cabe duda.
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Algunos con mayor discreción que otros, pero ya hace un buen rato que “se soltó la caballada” en busca de la candidatura por la presidencia municipal de Cuernavaca, sobre todo dentro de los tres grandes partidos, PRI, PRD y PAN.
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