Del mismo modo se considera que buena parte de los que arrancaron la administración con él al frente de diversas instituciones, son producto de negociaciones políticas que se dieron en el proceso electoral, pero a estas alturas aquellos que no dieron el ancho tendrán que desalojar sus espacios.
Y esto es así, porque de otra manera sería el mismo Manuel Martínez el más afectado, su proyecto político a futuro se encuentra en juego y no consideramos que esté dispuesto a sacrificarlo sólo para satisfacer los intereses de algunos personajes que no han mostrado mucho compromiso con la capital del estado.
De hecho y hasta donde sabemos, la presencia de algunos indeseables en el ayuntamiento es lo que ha retrasado la entrega y liberación de recursos importantes, entre éstos, fondos para la construcción de distribuidores viales en puntos de conflicto vehicular de Cuernavaca.
Han pasado ya más de seis meses desde el inicio y no hay de otra, se tienen que dar resultados efectivos a fin de que se apacigüen los ánimos, porque de eso se vienen aprovechando sus detractores para someter a presión su mandato y hasta se observa que algunos aliados como Graco Ramírez, ya empezó a pegarle con todo.
Claro, se afirma que en el caso del tabasqueño la reacción e instrucción de irse contra el edil surgió de resultados de una encuesta en la que MMG parece con la mayor puntuación como prospecto para la candidatura del tricolor al gobierno estatal, y ya sabe usted que el senador sigue soñando con ser el bueno.
Pero de la manera que sea, el alcalde parece no tener otra opción que quitar de en medio a algunos de sus cercanos, como César Cruz Ortiz, en su calidad de oficial mayor, porque desde dentro le está metiendo goles, seguramente tiene algo que ver con la lista de asesores que le hicieron publicar en los medios hace unos días.
La única manera de corregir el rumbo y recuperar terreno perdido es llamando a gente seria y profesional en cada una de las áreas, que le sepa operar y desvanecer conflictos, porque se comienzan a multiplicar.
Los ojos desde el principio de los triunfos electorales del PRI en el estado, se pusieron sobre Manuel y la alcaldía capitalina, es donde se pretende calificar el desempeño de los tricolores en su regreso a la conquista del poder público.
El caso es que no se ve concreción en los objetivos asumidos, más bien en localidades vecinas como Temixco se aprecia una transformación que calladamente le acarrea buenos dividendos al alcalde Nereo Bandera Zavaleta.
La Dirección de Servicios Municipales a cargo de Dante González viene realizando un buen esfuerzo, la decoración de la carretera federal a su paso por esta demarcación es atractiva, pero en Cuernavaca el tiempo se está consumiendo.
Jiutepec, con Miguel Ángel Rabadán Calderón ha logrado mantener la calma y evitar grandes tropiezos y esto necesariamente se verá reflejado en el sentir social a corto y mediano plazo, pero tiene encima la enorme mancha negra de la corrupción propia (por su paso en el sistema de agua potable) y ajena, con su antecesor y protector Rabindranath Salazar Solorio.
Reiteramos, por las condiciones como se va presentando el entorno socio-político, es de considerar que a los ayuntamientos y sobre todo al capitalino, sólo les resta un año apropiado para poder desarrollar compromisos y proyectos anunciados, a estas alturas del 2010 quienes tengan aspiraciones a cargos de elección popular se soltarán la greña y comenzarán a dejar de lado algunas de sus responsabilidades.
Bueno, se piensa que el propio Manuel intentará meterse a la pelea por la candidatura de su partido al gobierno morelense y entonces deberá descuidar sus funciones de alcalde, por ello es que no tiene muchas opciones ni tiempo para recuperar vitalidad.
Es muy difícil que aterrice la obra del segundo piso en la avenida Plan de Ayala, pero por lo menos tendría que consolidar algunas inversiones de infraestructura urbana como dos o tres distribuidores viales para ganarse la promoción del PRI.