El secretario de Gobierno Jorge Messeguer Guillén, la titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) Alicia Vázquez Luna, quien por cierto ya da muestras de agotamiento, y el procurador Mario Vázquez Rojas mostraron en esta ocasión, una total ausencia de coordinación y hasta cierto desconocimiento de algunos hechos delictivos.
Las cosas de inicio arrancaron mal, porque ya la impaciencia se había apoderado del gremio, que fue citado a escuchar la versión oficial sobre el delicado tema de la delincuencia a las 11 de la mañana, sin embargo, eran las once y media y los funcionarios continuaban acuartelados en el despacho del gobernador.
Fueron necesarias algunas rechiflas para que uno de los voceros saliera e intentara calmar los ánimos, porque finalmente también hay que hacer respetar el tiempo de los informadores, todos tenemos que cumplir tareas y no es atento ni caballeroso tener que soportar este tipo de actitudes.
El caso es que por fin salieron, pero ofrecieron una exposición en imagen de unos dos minutos, para informar de la detención de ocho integrantes del grupo de delincuencia organizada “Los Guerreros Unidos”, entre ellos Erasmo Israel Sotelo, uno de los cabecillas, tras lo cual debería venir la ronda de preguntas y respuestas.
La atención se centró en la balacera de antenoche. Las redes sociales destacaron que un grupo de sicarios intentó rescatar a un herido en el Hospital General G. Parres y que rafaguearon el nosocomio, desde luego la posición de los “servidores públicos” fue de rechazo, sólo aceptaron una persecución entre maleantes y policías que no llegó a mayores.
Pero con mucha razón, uno de nuestros compañeros preguntó porqué si la insistencia de Vázquez Luna es en el sentido de que no hay policías para enfrentar la situación, se distraen 150 elementos para apoyar el reinicio de la construcción de la termoeléctrica en Huexca. Messeguer sostuvo que eran sólo 50, aunque así sea, la ciudadanía los reclama y necesita aquí, donde la batalla se está dando palmo a palmo con las bandas.
No obstante, la actitud de los tres personajes era no hablar de otro tema que no fuera el de la banda atrapada. Es decir, de censura informativa y para no exponerse, prefirieron casi una estampida tras haber intentado responder sólo dos preguntas, acción que mereció otra rechifla de nuestro gremio.
Queda bastante claro que el conflicto que se libra en la región oriente del Estado por el proyecto de la termoeléctrica y el gasoducto trae bastante nerviosos a más de un funcionario, particularmente quienes por algún motivo tienen competencia en la materia, tratan a toda costa de restarle importancia y de manejar la información a conveniencia oficial.
Contradictoriamente el secretario de Gobierno hablaba del respeto irrestricto a la libertad de expresión, mientras conjuntamente con sus compañeros funcionarios mostraban una vez más, una posición de rechazo a abordar temas de interés general y que como informadores tenemos la obligación de llevar a nuestros lectores.
Es muy curioso, pero cada inicio de Gobierno como trabajadores de los medios de información enfrentamos los mismos problemas, una ausencia de talento de quienes ejercen el poder público por establecer una relación madura, cordial y de entendimiento. En principio, una especie de cerrazón a abrir las puertas de Gobierno a la lente, las cámaras, la información en general y el mismo error, imponer las reglas y los temas a desarrollar.
Claro, esto igualmente nos enseña una falta de oficio de quienes llevan el compromiso de ser el enlace directo entre comunicadores y funcionarios, a pesar de que se supone que han salido de nuestras filas, sin embargo, no es lo mismo estar detrás de un escritorio o micrófono que andar en la calle recabando datos.
No nos equivocamos cuando, hace ya algunos días sosteníamos en este espacio, que esto de mantener el rubro de la justicia y la seguridad como tema permanente durante estos 25 días de nuevo Gobierno traería sus consecuencias. Vázquez Luna y el propio Messeguer cargan ya con un enorme desgaste y lo ocurrido ayer es parte de lo mismo, se les acaban los argumentos para responder a tantas interrogantes y por lo menos entre nosotros priva ya una especie de verdad. Contrariamente a lo que afirman, han aprendido rápidamente a maquillar sucesos y a distorsionar la información, especialmente en cuestiones de seguridad pública.
Pero ello es también porque no obstante tanta insistencia en que las cosas en esa materia están mejorando, la realidad sigue siendo la misma o aún peor, y mientras ello ocurre, el resto de las actividades gubernamentales frente a sus gobernados están absolutamente descuidadas y a pesar de tratarse del reclamo más sentido, tampoco todo es seguridad en nuestras vidas.
En lo que fuera la CEAMA, por ejemplo, hoy Desarrollo Sustentable, todo está paralizado, el programa de verificación no reinicia y cualquier necesidad en ese sentido es letra muerta, pero todas las dependencias están igual. Vamos para un mes y no han comenzado a trabajar, así que esto de la seguridad parece una especie de cortina de humo para mantener a la ciudadanía distraída mientras logran encender el motor de la administración.