Un funcionario identificado con la izquierda refería al reportero que “en la mayoría de las secretarías de despacho, direcciones y demás áreas, hay una especie de duplicidad de cargos, los que quedaron se niegan a desalojar y andan en una actitud retadora”.
Incluso recomendó a quien escribe, “date una vuelta por la Secretaría de la Gubernatura y otros despachos, vas a ver personas sentadas en las salas de espera, fumando y platicando en plena mañana, son los empleados que rechazan presentar sus respectivas renuncias”.
Luego agregó que “ya no están en sus lugares de desempeño, porque ya llegaron sus sustitutos, pero ellos continúan en nómina y se reúnen en cafés, como el Italian y al término de la jornada, regresan para checar”. Incluso mencionó que “con la clara intención de sacarlos de la jugada, en algunas dependencias modificaron la forma de checar entradas y salidas, pues estos tomaron hojas y escribieron sus nombres para dejar testimonio de que asistieron a su trabajo”.
El comentario va en el sentido de que, por encima de presumibles acuerdos y pactos hay una decisión absoluta de algunos mandos de estructuras medias en la administración pública, de hacer valer sus derechos laborales y aceptar entregar las renuncias únicamente si hay liquidación adecuada de por medio.
Todo esto, de acuerdo con la información, lleva a un ánimo de confrontación de bloques en el Gobierno estatal, lo cual impide que la naciente gestión pueda desarrollar sus tareas de manera ágil y correcta, el inconveniente es que todavía los que se niegan a irse manejan parte de los archivos que tienen que ser ya atendidos por el Gobierno en turno.
Bueno, en las propias oficinas del Ejecutivo es donde se están dando este jaloneo y se piensa qué hacer con cierta estrategia, es decir, si los corren y los echan a la fuerza, buscarán dejar testimonio de que la administración de la nueva visión es agresora de los derechos laborales y de las garantías individuales, por eso se ha tratado de no meterse con ellos, aunque estén buscando la provocación.
Pero en el fondo, aquellos a quienes aún no se les ha pedido renunciar, tienen la esperanza de que se les permita seguir trabajando hasta fin de año, para cobrar completas las prestaciones, como el aguinaldo, por eso no se quieren mover y hasta sostienen que ese fue uno de los compromisos entre Adame y Ramírez Garrido.
Policía, por dónde empezar
¿Hasta dónde es verdad?, lo desconocemos, pero buena parte de lo que hasta hoy se ha dicho en materia de corporaciones policíacas, estatales y municipales lleva a considerar que son instrumentos inútiles para poder enfrentar el grave problema de la delincuencia e inseguridad.
La secretaria de Seguridad Pública, Alicia Vázquez Luna, quien por cierto viene de formar parte de esas estructuras de procuración de justicia cuestionadas, señala que la absoluta mayoría de los elementos no cumplen las mínimas normas en la materia y vienen siendo reprobados en los exámenes de confianza.
Información sobre el tema refiere que del total de los agentes en activo, sólo el diez por ciento estaría apto para cumplir cabalmente con su desempeño, lo que llevaría a tener que reponer en un 90 por ciento el número de los mismos, y para ello ya se hacen publicar convocatorias.
Durante la última mitad del sexenio de Adame Castillo, cuando se complicó el asunto de la inseguridad, se destinaron cientos de millones de pesos con el argumento de hacer más eficientes los resultados, el señor se fue en medio de un clima mucho peor que antes, esa millonada no sirvió para nada, hoy observamos una tendencia similar.
Se habla ya de que a partir del 2013, con un nuevo presupuesto, se intentará incrementar casi al 100 por ciento el salario de los policías, de unos siete mil 500 pesos que perciben hoy al mes, a 15 mil, eso dijo Vázquez Luna, claro, como una de muchas más acciones a emprender, a fin de lograr contener la ola delictiva.
Ojalá que no acabemos gastándonos lo que no tenemos en la supuesta formación de “el policía del futuro” sin mayores rendimientos; son muchas las posibilidades de que así sea, pero de entrada, para aterrizar estas propuestas se requerirá duplicar el dinero destinado al rubro y francamente no tenemos claro de dónde saldrá.
Para poder ver con mayor claridad habrá que esperar quién de todos los que aspiran, logra quedarse al frente de la Procuraduría, -por cierto, el Congreso buscará dejar en las facultades del gobernador el nombramiento directo-, porque dependiendo del personaje, podríamos medir sus alcances.
Una vez reestructurados todos los mandos superiores en las instancias competentes en la materia se contará con las bases, para desde ahí, ir depurando hacia abajo, hasta conseguir las metas, pero por ahora, sólo hemos atestiguado discursos y buenas intenciones, no hay nada que nos lleve a condiciones serias de un cambio de fondo que termine con todo un historial desafortunado en la impartición de justicia del estado.