En justicia, les correspondería ya cubrir al 100 por ciento el pago de aguinaldo de sus respectivas nóminas, pero por lo menos están obligados a cubrir la inicial parte, que es durante la primera quincena de diciembre, el caso es que en la mayoría de las alcaldías ya no hay ni para ir al corriente en lo que respecta al pago salarial, hay ediles que van retrasados.
Históricamente, los ayuntamientos comienzan a estimular el pago de algunos impuestos ciudadanos mediante ofertas de descuentos en cobro de multas y recargos, y hasta condonaciones a quienes se pongan a mano anticipadamente, pero esas campañas aparecen más o menos a mediados de noviembre de cada año.
No obstante, ya actualmente hay varios ediles que anticiparon esos programas y vienen llamando a cubrir el predial, lo anterior ha puesto en alerta a algunos actores desde otras trincheras, que consideran una maniobra de los presidentes municipales para poder obtener dinero que podría no ser utilizado correctamente.
Y es que hoy es diferente a los tradicionales finales de trienio en las comunas, el cambio de mandos se daba precisamente en noviembre, el día primero, de tal forma que ya el cabildo entrante era el que promovía esas campañas y no había ninguna irregularidad, finalmente darían cuenta en el transcurso del siguiente año, de lo que caía en las arcas.
El problema es que los actuales ya no estarán en enero, pueden capitalizar el cobro de la mayor parte de estas contribuciones ciudadanas y gastárselo en compromisos que nada tengan que ver con el desarrollo de sus respectivos pueblos y comunidades, se teme que dejen a los que vienen casi desarmados, sin ingresos propios, pero ¿cómo evitarlo?
Ya algunos legisladores locales han advertido las consecuencias que ello pudiera traer, porque adelantan que la intención de los ediles que ya están llamando a la ciudadanía a pagar, orientarán el dinero a gasto corriente, ni siquiera para anticipar pagos o intereses de sus deudas, sino para superar la crítica situación que ya padecen.
No obstante, queda el recurso del llamado a mantener la cordura, porque no sabemos de alguna norma que impida a los alcaldes hacer esto, si no hay ley que lo permita, tampoco alguna que lo prohíba, entonces sólo será un llamado a la conciencia y a decir verdad, la mayoría no tienen.
Una vez fuera, para que devuelvan la sopa, está en chino; además, en nuestra reciente historia hemos atestiguado cada desafortunado acto de corrupción que jamás ha sido sancionado, así que no habría ninguna posibilidad de que se les llamara a rendir cuentas, la impunidad es algo insalvable en política.
¿Qué pasó por ejemplo con las marrullerías y desfalcos cometidos por los ex alcaldes Sergio Valdespín Pérez de Cuautla y Gustavo Rebolledo Hernández de Zacatepec?, quedó públicamente probado que robaron las arcas de la forma más burda, y en este momento ya nadie se acuerda de ellos.
Pero desde el congreso local se deberían establecer reglas y poner candados para evitar cuestiones desafortunadas tan alarmantes, y en lo que corresponde al cobro anticipado del predial es lo mismo, nadie previó algo así y hoy que se presenta, no hay forma legal de detenerlo.
Pero reiteramos, tampoco el desajuste presupuestal de la mayoría de los municipios es producto de malos manejos de esta administración, quienes gobernaron el periodo 2006-2009 se fueron recio, por el contrario, en algunos casos venimos apreciando el esfuerzo de los ediles actuales por superar esas inconveniencias.
Ya no cayeron en la tentación de despedir personal injustamente como sus antecesores, porque a la postre les costó mucho dinero en pérdida de laudos laborales y han sabido sortear el temporal, disminuyendo incluso montos de deuda de los pasados cabildos, caso específico, Temixco, parece que ha bajado el débito a la mitad de lo que le dejaron.
Claro, viene lo más pesado, entregar en un momento crucial, final del año, cuando se presenta lo más pesado del pago de prestaciones laborales y ya en un proceso de entrega-recepción, las cosas se ponen apretadas, porque nadie quiere confiarles nada y el poder se les acaba a los alcaldes.
Insistimos, las cosas no estuvieron nada fáciles para los que se van, recibieron alcaldías en quiebra, un buen número de sus antecesores se comportaron como rufianes, en estos tres años han aparecido menos escándalos, a excepción de Cuernavaca, pero algunos quieren llevarse con anticipación algún dinerito del predial en detrimento de los que van a llegar.
Seguramente no para ellos de manera personal, pero sí para ayudarse a pagar compromisos, no es lo correcto, ya esos fondos deberían dejarlos íntegros a la siguiente administración, sería lo más justo, sin embargo, no faltan los vivos que piensan en todo con tal de sacar ventajas.
La ciudadanía sigue esperando más compromisos y resultados de sus autoridades, particularmente los ayuntamientos han fallado, amparados en la autonomía municipal reclaman independencia de decisión y no siempre es para beneficiar a su pueblo, sino para mejorar sus percepciones e intereses; falta control, en particular en el manejo económico, porque no se nombra a los funcionarios con los perfiles adecuados, sino al amigo, compadre o recomendado.