Dos de ellos adscritos a la DEA, por sus siglas en inglés, y no es para menos, porque detrás de lo que pasó, sólo hay dos interpretaciones conforme a los análisis más frescos y actuales, o los agentes de la PJF están coludidos con la mafia o los agredidos andaban haciendo una chamba fuera de la ley.
Sí, la primera teoría señala que algunos policías estarían protegiendo al “H”, Héctor Beltrán Leyva, sobreviviente del cártel del caído Arturo Beltrán y que fueron descubiertos por los de la DEA y entonces, sólo les quedaba el recurso de eliminarlos, sin embargo, no les fue posible, porque las llamadas de auxilio de éstos lograron que marinos y otros refuerzos llegaran a tiempo para salvarles la vida.
Pero la otra versión señala que los agentes norteamericanos ya están muy avanzados de edad, que no son activos y que muy probablemente estaban entrenando a sicarios en alguna parte del interior del bosque en Tres Marías. Al respecto también se recuerda que hace unas semanas, a través de las redes, miembros de un grupo de la delincuencia organizada estuvieron solicitando adiestramiento.
El problema es que a los 12 federales implicados ya los tienen bajo proceso y habrá que ver cómo les va, porque de la manera que sea, el tema está muy delicado, meterse con agentes gringos ha sido una mala experiencia, todavía queda vagamente el recuerdo del asesinato de Camarena, y mire que hay de por medio, varias décadas de lo ocurrido.
No obstante, si en efecto andaban desarrollando actividades ilícitas, quienes deberán de justificar su presencia en territorio nacional y específicamente morelense, deberán ser los agredidos y por lo menos hasta el momento, no hay alguna intervención de las autoridades norteamericanas, lo que pudiera ser un signo indicativo de que primero van a investigar el asunto y después decidirán su posición.
Sin embargo, para el caso muy particular del estado no es nada agradable lo que viene sucediendo, de cualquier manera volvemos a ganar las primeras planas de los rotativos nacionales y la nota principal de los noticieros en los medios electrónicos, y no precisamente para bien.
Mucho se ha insistido en que la parte norte del estado, sobre todo la zona de influencia del municipio de Huitzilac, es un espacio donde se cultivan gavillas de delincuentes, los hechos anteriormente descritos parecen confirmarlo, claro, el lugar es muy adecuado, hay sitios donde es difícil acceder y tal vez no se descarta que haya adiestramiento de malhechores.
Quizás usted también recuerde que hace ya algunos años, cuando tomó fuerza el conflicto de la guerrilla del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), se llegó a especular en relación a un campo de entrenamiento en la parte alta de Tepoztlán, asimismo no sería la primera ocasión que esos lugares de la entidad, sean usados para tales fines.
Pero mientras abordamos el tema, ya en otros escenarios del país han ocurrido más sucesos desafortunados, que lo que aconteció acá comienza a ser historia, así estamos concluyendo este sexenio, en medio de un desafortunado ambiente que sólo nos lleva a esperar de todo corazón, que con el nuevo Gobierno, la situación dé un giro de 180 grados.
Como que a medida que nos aproximamos a la recta final del periodo calderonista, los malosos endurecen su posición y vuelven a hacer de las suyas, sobre todo en el bajío mexicano, Michoacán, Jalisco y estados cercanos; pero no obstante que comparados con otras entidades, somos un territorio bastante pequeño, llevamos meses compitiendo en los índices de criminalidad organizada con el resto de la República.
El gobernador electo, ya cuando tome cargo, para lo cual falta sólo un mes y cuatro días, sí que tendrá que emplearse a fondo, hacer valer los acuerdos con sus homólogos del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera y de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, para poder enfrentar el reto.
Insistimos, el mandatario de Guerrero poco o nada le va a poder ayudar, ya que también necesitará de apoyo, y en lo relacionado al Distrito Federal, el cambio de poderes es hasta diciembre, es decir, podrán comenzar a coordinar acciones, hasta entrado el 2013 y para esas fechas habrá que ver cuántas cosas han ocurrido y si la situación mejora.
¿Habrá más videocámaras?, tampoco eso puede ser la solución, quizás sea un recurso más de los que hay que tener para rastrear algunos movimientos de los delincuentes, pero en mucho, esas agrupaciones se mueven tan sigilosamente que los lentes de esos aparatos no los alcanzan, saben de qué manera evadirlos y más cuando se los anuncias, es como “echarles aguas” antes.
Ya lo hemos dicho reiteradamente, la única salida a lo que nos pasa es la generación de empleos abundantes y bien pagados, oportunidades de estudios a las mayorías para preparar las nuevas generaciones, pero paralelamente espacios laborales para cuando concluyan sus estudios, más policías, armas y equipos bélicos no serán la salida, y las autoridades lo saben muy bien, pero prefieren esconder la cabeza como el avestruz antes de pegarle por el lado correcto, la pobreza, que ya es miseria, seguirá empujando a muchos a delinquir como manera de sobrevivir.