El inconforme Andrés Manuel López Obrador pierde fuerza y apoyos, sólo le quedan algunos chamacos que amenazan con hacer ruido cuando se oficialicen los resultados que serán en la primera quincena de septiembre, pero el trabajo político ya está listo.
Y esto ha sido incluso bien recibido por algunos sectores políticos e intelectuales, porque además se advierte que en la cámara federal de diputados y en el senado, también se llega con “amarres” tempranamente entre grupos perredistas, panistas y trabajarán en muchos proyectos de la mano de los priistas.
Es decir, que habrá un inicio de gobierno federal más tranquilo y con ciertos acuerdos para poder sacar adelante algunas reformas que desde la presidencia sean enviadas a esos dos recintos legislativos, pero sobre todo, baja considerablemente el riesgo de un conflicto poselectoral de grandes alcances.
Con todos los problemas que enfrentamos los mexicanos, echarle más leña el fuego con reacciones radicales es llevar a sectores sociales al enfrentamiento y esto no abona en nada en nuestras aspiraciones de desarrollo y progreso, será con unidad y armonía como podamos dejar atrás estos tiempos tan difíciles que nos ponen como el mal ejemplo a nivel internacional.
Y en el ánimo de buena parte de las cúpulas partidistas a nivel federal se aprecia una intención de reconciliación después de tantos golpes que, como contrarios se dieron entre panistas, priistas y perredistas, lo vimos en el festejo del presidente Felipe Calderón en su 50 aniversario.
Casi todas las figuras de peso, gobernadores, senadores, diputados federales de todos los institutos políticos, el mismo presidente electo Peña Nieto estuvieron presentes, claro, a invitación del mandatario saliente, pero ya en un ambiente de franca camaradería.
Durante el proceso de elección, esos mismos que compartieron excelentes vinos y algunos manjares estaban tan enfrentados, que nos parecía que podían llegar a cualquier cosa, ahora se observan dándose abrazos y besos y ello nos lleva a considerar que somos nosotros, los electores, quienes en verdad creemos en esas rivalidades, ellos al día siguiente de las votaciones ya le dieron vuelta a la página.
El caso es que con la determinación del PRD de no secundar a AMLO en su posición de enfrentamiento, está abonando en la pacificación electoral y sentando las bases para que Peña asuma el cargo sin mayores problemas, acaso algunos cuantos rijosos que alimentados por el movimiento del tabasqueño, sigan tirándole piedras a la luna.
Al menos aquellos legisladores federales surgidos de la corriente impulsada por la dirigencia nacional perredista trabajarán muy de cerca con las fuerzas peñistas y sumados estos elementos a las bancadas del PRI, Verde Ecologista, Nueva Alianza y muchos de Acción Nacional (PAN), no tendrán dificultades en el trabajo legislativo.
SME a renovación
En otro orden de ideas, la dirigencia nacional del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), esa agrupación combativa, entró a renovación total de sus estructuras y para el caso muy particular de Morelos, el ya diputado electo, Héctor Salazar Porcayo fue ratificado como subsecretario general de la región Cuernavaca.
Esto muestra el reconocimiento que le tienen al próximo legislador local que ha sido uno de los líderes locales más incisivos y mire que obtuvo para ello el 99.8 de aceptación, es decir, no encontró rival, pero eso se debe a la constancia en las luchas sociales, la persistencia, la defensa de los derechos y reclamos de sectores sociales.
Salazar Porcayo pidió participar en el proceso electoral reciente, vía un distrito electoral en Cuernavaca, la verdad, con muy pocos recursos porque tampoco el SME a nivel de esta capital da mucho, no tenía por ello grandes esperanzas de ganar, pero con la fuerza de la voluntad propia buscó meterse en el ánimo popular y ahí está, será parte de la próxima legislatura y con posibilidades de destacar, porque ya está acostumbrado al sacrificio y al esfuerzo pesado, pero además, seguirá siendo parte importante del sindicato nacional.
Gente con ánimo de trabajar por sus representados es lo que requerimos en la cámara de diputados, la legislatura saliente deja un amargo sabor de boca, heredan un poder con mucho desprestigio y daño en la imagen, será necesaria una intensa labor de recuperación para poder cambiar la percepción que como ciudadanos tenemos del congreso.
Pero esto sólo se puede lograr con resultados, de tal manera que lo mejor para quienes van a tomar protesta como representantes sociales este primero de septiembre, es que desde el principio comiencen a desahogar tantos pendientes que sus antecesores les dejarán.
Esa es la ventaja que encontrarán decenas de propuestas legislativas en espera de ser analizadas y llevadas a tribuna, muchos proyectos no terminados y que sólo requieren de pequeñas mejoras o modificaciones para pasarlas a votación, y en ese sentido, estimamos que actores como Salazar Porcayo tienen la oportunidad histórica de convertir en hechos lo que por años han venido exigiendo de las autoridades, justicia y buen trato a quienes esperamos de ellos algo mejor.
Definitivamente esperamos de la siguiente legislatura una actitud madura y de compromiso con la sociedad, ya son demasiados años de decepción y engaños, de saqueos y rapiña que se antojan interminables, necesitamos servidores públicos comprometidos y responsables.