Otro que tampoco aparece es el titular de Desarrollo Agropecuario, como quiera que sea, Bernardo Pastrana Gómez y en su oportunidad, Jorge Morales Barud le imprimieron buen ritmo a la dependencia, pero actualmente es poco o nada lo que el titular muestra, será por eso que ya se han dado las primeras manifestaciones y protestas en contra de dicha dependencia por parte de agrupaciones campesinas que se quejan de desatención e incumplimiento de compromisos.
Alejandro Pacheco Gómez, al frente de la secretaría de Educación también logró mantener el ritmo, porque es un personaje bastante relacionado con el sector, le tocó desarrollar el proyecto de la Universidad Tecnológica Emiliano Zapata (UTEZ) desde la administración de Sergio Estrada Cajigal y mire que esa institución ha llegado lejos. Y bueno, también Rafael Tamayo Flores, secretario de Desarrollo Económico cierra de manera interesante, pero es el único sobreviviente del gabinete dado a conocer por Adame cuando asumió la responsabilidad de gobernador, fuera de él no queda nadie. La mayoría de aquel equipo de trabajo se quedó en el camino o abandonó sus tareas para ir en busca de un cargo de elección popular, algunos de ellos no lo lograron, pero ya no podían regresar a sus respectivas dependencias, casos específicos, los del ex titular de obras públicas, Demetrio Román Isidoro y Alejandro Villarreal Gasca, quien fuera secretario de finanzas y desde mediados del periodo de Estrada Cajigal.
Pero además, al ya ex procurador General de Justicia, Pedro Luis Benítez Vélez se le ocurre jubilarse y también se va antes del final, una decisión bastante inteligente de su parte, porque en ese cargo nunca se sabe que pasará al otro día, el señor se fue sin mayores contratiempos y está fuera de cualquier riesgo, pero el encargado de despacho Mario Vázquez Rojas es quien no encuentra la salida con tanto reclamo derivado de delitos de alto impacto. Pero este descenso en el desempeño de la mayor parte de las secretarías no sólo es por algunos personajes improvisados, hay algunos otros que nunca dieron el ancho a pesar de estar al frente de la institución desde hace rato, uno de ellos es Ricardo Esponda Gaxiola, es un personaje bastante gris, como secretario de Desarrollo Humano y Social nunca ha logrado algo significativo, incluso nos sorprende el porqué de su permanencia. Incluso, desde el interior de esa dependencia se afirma que ha sido manejado desde otras instancias y sólo sirve a intereses muy particulares de figuras hegemónicas de la estructura gubernamental.
El asunto es que por las razones que sean, sí observamos un declive en los resultados que la administración en su conjunto venía dando en los años recientes y la mayor parte de los funcionarios antes mencionados, parecieran estar vegetando y sólo esperando que esto termine para irse sin mayor pena ni gloria. Lo bueno para ellos es que el gobernador parece haber logrado muy buenos acuerdos políticos con todas las fuerzas partidistas y a pesar del mal desempeño de algunos de sus colaboradores, parece que concluirá bastante tranquilo. Y de hecho en eso está la mayoría, es decir, trabajando sobre un cierre y entrega-recepción bastante anticipada de tal manera que no se escapen detalles que puedan poner en entredicho la honorabilidad del esfuerzo de este gobierno.
Y hacia afuera, sólo dando seguimiento a algunos compromisos inevitables y en el caso de la obra pública, concluyendo acciones menores que ya estaban programadas y aprobadas desde el año anterior, no existen proyectos nuevos y mucho menos grandes, porque el tiempo se acabó y la instrucción de Marco Adame Castillo ha sido no dejar nada tirado al último día de septiembre. Les faltan algunos detalles en casos, como el Parque Tecnológico que se ubica en Xochitepec, a un lado del Centro de Convenciones, a cuya conclusión, se especula, podría venir una vez más el presidente Felipe Calderón Hinojosa y fuera de ello, nada más de trascendencia. Está en desarrollo el distribuidor vial del Polvorín, al sur de la ciudad de Cuernavaca, sin embargo, su ejecución corresponde a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), porque la inversión es federal.