El uno- dos en ese orden, pero de pronto, se anunció el ascenso de Juan Salgado Brito en sustitución del primero, es decir, la fórmula sería JSB- RSS, porque desde el centro del instituto político se habría reclamado que esas candidaturas no se definen en lo local.
Y es que igualmente se habla de un diálogo entre el aspirante presidencial perredista, Andrés Manuel López Obrador y el aspirante a la gubernatura en Morelos, Graco Ramírez Garrido, para ponerles los puntos a las íes. Bueno pues se sostiene que AMLO simplemente le dijo a Graco que la unción de esas posiciones de carácter federal las definirá con una de las corrientes que convergen en su apoyo, y que una de sus decisiones fue entregarle el espacio a Juan Salgado. La lucha interna ahí todavía no termina, se sigue acusando al aspirante a gobernador de haberse “despachado con cuchara grande” y asignado candidaturas a todos sus amigos en detrimento de cuadros valiosos que han sido desplazados. Quien debe estar que no lo calienta ni el sol, es Demédicis, porque iba en primera posición y porque se jactó mucho de que ya no había reversa, el hombre se estaría quedando sin nada para el siguiente proceso electoral. Sin embargo el consuelo que le queda es que tampoco es el único, la diputada local del Partido del Trabajo (PT), Tania Valentina ya festinaba igualmente su candidatura al senado por esa conjunción de fuerzas políticas como parte de las negociaciones en la alianza. Sin embargo, ella también fue hecha a un lado en un supuesto acuerdo de corrientes al interior del PRD con Fidel, sin embargo, no contaban con que el CEN reclamaría su derecho a definir posiciones federales y se descompone el escenario. Volviendo al caso Salgado Brito, el señor había trabajado muy duro a favor de la formación de estructuras perredistas y más que eso, de grupos de enlace directo con López Obrador y no podía quedar al margen, incluso se llegó a considerar que regresaría a su antiguo partido, el Revolucionario Institucional ante el abandono en que se encontraba. Es de entender que lo anterior le cambia las decisiones y que se queda a trabajar al interior del PRD, aunque habrá que darle seguimiento a su campaña, porque difícilmente podría ser factor de apoyo a la candidatura de Graco a Gobernador, entre ellos dos hay diferencias ancestrales que los colocan uno frente al otro, hay ofensas que no se pueden olvidar y eso lo entiende muy bien Juan Salgado Brito. Pero en el PRD sigue pendiente la resolución que debe darles el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, respecto a denuncias interpuestas por militantes agraviados y no se descarta que los obliguen a reponer todo el proceso de elección del consejo que es el órgano validado de candidaturas, o sea, que igual y deben reiniciar de cero.
¿Y EN EL PRI?
Y donde tampoco encuentran la calma total es en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), hay todavía muchos de sus actores en movimiento que se quejan de marginación electoral, ayer decidieron ir en marcha hacia la Ciudad de México, directamente el CEN de ese instituto político para reclamar transparencia en los procesos. Entre ellos estuvieron diputados locales, como Lilia Ibarra y federales, como Joel Sánchez Vélez, en el caso de la primera, era de esperarse, quienes hoy comandan el CDE han tenido fuertes diferencias con ella desde el Congreso local, la mayor parte de sus compañeros le reclaman que se comportó más como una integrante de la fracción perredista que priista. Pero prometieron una asistencia de más de tres mil y no llegaron ni a 200, el reporte fue de 186, detrás de ellos estuvo la mano de Maricela Sánchez a través de Benito Vélez Moro, José Luis Villegas y Alfonso Barrera. Aparecieron otros personajes como César Cruz que en Temixco, quedó en último lugar de la encuesta hacia la Presidencia. No se entiende la actitud de Maricela, le dieron una diputación federal para su hija y una senaduría a su pareja.
Y en efecto, en buena parte de asuntos con cierta delicadeza, hizo causa común con Fidel Demédicis y Hortensia Figueroa, entrando en conflicto con los suyos, por eso no es sorpresa que la dejaran fuera de la repartición de candidaturas. Por lo que respecta a Sánchez Vélez, es de estimar que fue más bien porque no lo consideran un aspirante rentable electoralmente, sólo que cada quien piensa de acuerdo a sus intereses y ellos nunca aceptarán que los dejen fuera. Por cierto, ayer en el PRI se dieron diversos cambios, entre otras cosas, porque la Secretaria General, Georgina Banderas dejó el cargo para buscar la diputación federal, sin embargo, son cerca de media docena las sustituciones, que igual son solo un ajuste enlazado al periodo electoral y porque algunos de quienes tenían responsabilidades ahí han sido comisionados para desarrollar otras tareas. Caso concreto, el de Matías Nazario Morales, que era secretario de finanzas, pero que coordinará la campaña a gobernador del candidato Amado Orihuela Trejo y seguramente deben estar muy metidos en asuntos de estrategia para la nada fácil tarea que les espera una vez en acción. En fin, en todos los partidos y especialmente en los tres grandes, PRI, PAN y PRD hay un reacomodo de fuerzas y corrientes en su interior, algunas vienen posicionándose en detrimento de otras, en una lucha descarnada por lograr posiciones aseguradas que les garantice seguir colgados del presupuesto aunque la utilización de cartuchos quemados como Luis Flores Ruiz no es precisamente la mejor garantía, porque el señor representa la corrupción que creció al amparo de su compadre Antonio Riva Palacio. Si el PRI quiere perder, que lo haga candidato.