Es decir, particularmente los priistas que vienen festejando por adelantado la recuperación de espacios de poder perdidos en el 2000, deberán enviar sus mejores cuadros, no parece ser así, la muestra en la inclusión del ex edil de Cuernavaca, Luis Flores Ruiz, que es un prospecto perdedor.
Sin duda Jorge Morales Barud es un hueso duro de roer, se considera que aún con aprietos, logrará mantener la capital del estado para el PRI, sin embargo, en ello tendrá que ver mucho la composición de la fórmula, porque estamos viendo que le quieren hacer lo mismo que le ocurrió al actual dirigente estatal del partido, Manuel Martínez Garrigós hace tres años.
Le impusieron en las primeras regidurías a grises personajes, provenientes de grupos monopólicos añejos de poder y fue por eso que el entonces abanderado priista debió buscar acuerdos con todos los que se le pusieran enfrente, panistas, perredistas, petistas para poder garantizar el triunfo.
¿Resultado?, que al arranque de su administración no había equipos de trabajo, sino recomendados o funcionarios negociados que lo que menos buscaban era hacer un trabajo en bien del pueblo y de la imagen del alcalde.
Llegaron con la ambición de llenarse los bolsillos mientras duraban al frente de sus respectivas "responsabilidades" y le causaron enorme daño al Gobierno municipal.
Pero como decíamos, desde el interior del cabildo, con un grupito de "junior's", poco o nada se podía hacer y mucho, de lo anterior ha sido parte de que Martínez Garrigós no concretara su proyecto de ser el candidatos del tricolor al gobierno estatal.
Tampoco es sólo la fórmula al cabildo la que define tendencias electorales positivas o negativas, quienes van como aspirantes a cada uno de los cuatro distritos locales de Cuernavaca suman o restan en las contiendas y de entrada, un Luis Flores Ruiz representa una pesada carga para el mismo Jorge Morales, que tendrá que remontar estos obstáculos para poder vencer a sus adversarios en la justa constitucional.
Y mire, no es solo JMB el afectado por imposición y entrega de espacios a grupos que electoralmente no son rentables, el mismo candidato a la gubernatura, Amado Orihuela Trejo es blanco del impacto negativo de decisiones equivocadas.
Hemos insistido mucho en que ninguno de los que buscan la gubernatura, ya sea por el PRI, PAN o PRD llevan ventajas visibles frente a sus adversarios aquí en la capital del estado.
Cuernavaca y parte de su zona conurbada definen con mucho el rumbo de una elección por la gubernatura, lo ideal es que se busquen candidatos a las diputaciones locales, la federal y a la alcaldía, con arrastre social, para que se influya positivamente en la votación general.
Morales puede ayudar mucho, sí consideramos que buena parte de quienes votarán por él, provienen de filas panistas, la mayor parte de la burocracia de palacio de Gobierno sufragará por él, incluso algunos perredistas, pero la presencia de figuras indeseables en la fórmula resta puntos.
Reiteramos, azules y amarillos no están mancos, los primeros tienen ventajas, siguen gobernando el estado y eso da ciertas ventajas, además esta elección será muy distinta a la local del 2009, en ese entonces el enojo colectivo en torno a lo que pasó respecto al movimiento magisterial, estaba fresco, los hechos violentos de Xoxocotla y de Cuatro caminos, al oriente de Morelos indujeron fuertes derrotas del panismo.
En buena parte, son sucesos ya olvidados, el PRI tendrá mucho desgaste que pagar, de ahí que es necesario mandar gallos de pelea al ruedo, no políticos de desecho como Flores Ruiz y algunos otros que van apareciendo en el escenario. Por estos pequeños inconvenientes se han llegado a perder elecciones, en ese instituto político lo saben, pero parecieran no aprender de las amargas experiencias.
Tampoco pueden apostar todas las canicas al abanderado presidencial, Enrique Peña Nieto, por el contrario, deberían intentar por lo menos ayudar, no estorbar, como parece estar ocurriendo.