El posicionamiento de grupos muy poderosos del delito tiene explicaciones y una de ellas es que éstos han venido avanzando en el control de diversos niveles del ejercicio del poder público desde donde son protegidos.
Hay casos concretos de amargas experiencias. En su reciente visita al estado de Morelos, el presidente de la república, Felipe Calderón Hinojosa, se refirió a que "aquí cazamos a un jefe policiaco coludido con la mafia", en alusión a quien fuera secretario de Seguridad Pública estatal, Luis Ángel Cabeza de Vaca, recluido en un penal de alta seguridad.
Entonces, pues, estamos hablando de sucesos específicos que nos llevan a considerar de manera seria que esas percepciones colectivas no están del todo equivocadas. Por ello, se ha agregado como un requisito indispensable para aquéllos que aspiran a un cargo de elección popular contar con un expediente limpio.
Desde la semana anterior, ya algunos de los que buscan candidaturas se acercaron a la Procuraduría General de Justicia del estado para solicitar su carta de antecedentes no penales.
Los primeros en hacerlo fueron los ex dirigentes estatales del tricolor, Guillermo del Valle y Maricela Sánchez; querían incluso que les enviaran el documento a sus domicilios, cosa que les fue negada, y como cualquier ciudadano debieron hacer fila y pagar los 80 pesos por ese concepto y esperar la entrega.
Pero faltan todos los demás y esta dependencia está trabajando apresuradamente por indagar los antecedentes de decenas de aspirantes de todos los partidos políticos, haciendo hincapié en quienes buscan la gubernatura de Morelos.
En ese contexto, un funcionario de la Procuraduría decía que respecto a Guillermo y Maricela, tienen como tres o cuatro denuncias penales, una de ellas por obstrucción de libre tránsito en las vías de comunicación.
En lo que corresponde al ex alcalde de Cuernavaca, Manuel Martínez Garrigós, la más fuerte es la que presentó la empresa Promotora Ambiental de la Laguna (PASA), por el asunto del contrato de la basura.
Por lo menos, hasta la búsqueda realizada durante la semana en curso, ni Amado Orihuela Trejo ni Adrián Rivera Pérez ni Graco Ramírez Garrido tienen algún expediente pendiente.
Y regresando al caso Maricela, Guillermo y MMG, lo que el servidor público explicó es que no obstante que tienen denuncias, mientras éstas no hayan llegado al término de sentencias condenatorias, no se les puede considerar con antecedentes penales y la carta se les tendrá que entregar.
Pero ¿qué tanto una carta de antecedentes no penales garantiza que el aspirante no tiene conexiones con la delincuencia organizada? Desde luego que eso no es prueba irrefutable. Que sepamos, Cabeza de Vaca o aquel ex jefe de la Policía Ministerial, José Agustín Montiel López, no contaban con antecedentes negros y resultaron con serias presunciones de delincuentes y hasta hoy no han demostrado lo contrario. Por eso siguen encerrados.
El mayor riesgo y tentación que se puede dar es por el lado del financiamiento para las campañas político-electorales. Es más, a nivel de contendientes por distritos electorales locales, ya sabemos de algunos que han recibido la propuesta de ser apoyados económicamente y casi lo están aceptando. Así que más que ver en el pasado de cada quien, habría que conocer su estatus económico y si cuenta con fondos para autofinanciarse.
Una buena parte de quienes quieren ser candidatos desempeña cargos públicos o de representación, es decir, están donde hay, pero la mayoría no. Los diputados locales, por ejemplo, tal vez no estén entregando trabajo, pero de que le han pegado duro a su presupuesto, ni qué decir. Se habla de jugosos préstamos obtenidos por "representantes populares" como Omar Guerra, coordinador de la fracción priista, de algunos millones de pesos, además de lujosos vehículos comprados al amparo de un dinero producto de los impuestos de todos.
No obstante, los que no cuentan con posibilidad de saquear el erario, están dispuestos a vender el alma al diablo si con ello cuentan con posibilidades de formar parte de esa casta privilegiada de politiquillos y aceptarán el dinero sin ver de dónde viene.