Hasta donde sabemos, todavía no ha sido posible formalizar los primeros encuentros de cabildeo entre diputados de la Comisión de Hacienda y Cuenta Pública y funcionarios de gobierno para analizar a profundidad el paquete económico enviado por el Poder Ejecutivo.
Grupos de tianguistas inconformes siguen haciendo presencia en la Cámara, generando presión para intentar echar atrás la modernización del espacio de comercialización de los lunes en Temixco.
Pero ahora hay un agravante más: también médicos de instituciones de salud pública andan en lo suyo. Se resisten a ser sancionados por actos de irresponsabilidad en la atención médica de sus pacientes.
Ayer aquello era un desorden: gritos y protestas por todos lados, diputados atendiendo comisiones y dando explicaciones o pidiendo comprensión en una lucha ya muy contaminada electoralmente.
Fue un día de manifestaciones y bloqueos porque igualmente aparecieron los antorchistas demandando lotes, educación, becas, agua y lo que se le antoje porque siempre han vivido de la dádiva en lugar de ponerse a trabajar, y bloquearon por un tiempo calles del Centro Histórico, mientras los demás inconformes hacían lo propio en el recinto legislativo.
Pero volviendo al comentario inicial, el Congreso sigue acumulando rezagos y dejando para mejores tiempos temas que obligadamente tiene que resolver antes del 15 de diciembre, como el relativo al presupuestal.
En lo referente a la queja de los doctores, por ser una reforma propuesta y aprobada desde el interior del recinto, no tienen inconveniente en retroceder y ablandar las penalidades que es lo que piden los galenos que deberían ser objeto de severos castigos cuando la deben, pero rechazan hacerse responsables de sus actos.
Sin embargo, en lo que toca a los comerciantes, la solución no está en sus manos. Han intentado presionar al alcalde de Temixco, Nereo Bandera Zavaleta, para que desista en su proyecto, pero éste los ha contenido. Es un conflicto sin solución inmediata, hasta podría irse a una controversia constitucional y un debate en tribunales que llevaría años.
Algunos diputados quisieron sacar raja política de este asunto y la jugada no les ha salido, vienen quedando mal con el municipio y con los tianguistas. Las cosas, por el contrario, parecen ir a nuevos escenarios.
Hoy, por ejemplo, en un conocido restaurante del centro de Cuernavaca, comisariados ejidales y ayudantes municipales manifestarán públicamente su respaldo a la modernización del área del tianguis en apoyo directo al alcalde.
Es que Nereo, en su oportunidad, advirtió que si de grupos de manifestantes se trataba, echaría mano de sus huestes, y todo indica que comenzará a hacerlo para buscar un equilibrio en la lucha.
El problema es que la legislatura sigue enredada en sus propios problemas; no logra desahogar un poco de una larga lista de temas legislativos que siguen en espera de ir a la orden del día en las sesiones ordinarias.
Por cierto, en lo que tiene que ver con los médicos, hay señales muy claras que desde Palacio de Gobierno se les está apoyando decididamente para que hagan quedar mal al Congreso.
Quienes vienen asistiendo a las manifestaciones son doctores y enfermeras en activo, que deberían estar cubriendo sus horarios de trabajo sobre todo en el IMSS o el ISSSTE y a quienes se les permite salir sin ningún problema.
La Secretaría de Salud está siendo complaciente, mostrando claramente que también está en contra de esa reforma legal, aunque ello los ponga de cara a la ciudadanía que es la que tiene que soportar toda clase de irresponsabilidades médicas, algunas de ellas incluso causa de muerte.
Pero la mayoría de los legisladores tampoco está en condiciones de defender sus propias reformas, porque andan buscando ya otro cargo de elección popular y no quieren confrontarse con nadie. Optarán por desistir en algo que ciertamente era positivo para un pueblo que al no estar organizado, adolece de instrumentos para hacer valer sus derechos y es objeto de constantes abusos en la prestación de un servicio tan importante como el de salud.