Bueno, el gobernador Marco Adame Castillo, durante una conversación informal, comentó que en lo que corresponde al Partido Acción Nacional (PAN) aún no hay definición en torno al aspirante a sucederlo en el puesto, pero se dijo a favor de un posible candidato ciudadano si llegado el momento es lo más aconsejable.
En lo que respecta al Revolucionario Institucional (PRI), podemos considerar que en lo relacionado a la carrera por la gubernatura siguen siendo dos los apuntados: en primerísimo lugar el alcalde capitalino Manuel Martínez Garrigós y el dirigente estatal del partido, Amado Orihuela Trejo.
No obstante, pareciera estar surgiendo una corriente que muy discretamente trabaja sobre la posibilidad del lanzamiento de un candidato externo y aprovecha que se ha autopromovido el empresario Roberto Abe Almada.
Fue funcionario público en la administración de Lauro Ortega Martínez, director general de Ganadería, pero a partir de entonces su presencia ha sido poco consistente a nivel de actividades públicas y políticas.
Tenemos entendido que en unos días más se intentará dar a conocer sus aspiraciones. Habrá que ver cuáles son las reacciones, porque MMG y Amado van ya muy lejos en la carrera por la primera magistratura; de ninguna manera están considerando que aparezca un tercero en discordia.
Se menciona que Abe Almada tiene algunos contactos en las ligas mayores de la política a nivel de los priistas que pudieran ayudar en su pretensión; no obstante, es algo que costaría mucho trabajo y sobre todo tendría que venir con la misma aceptación de Manuel y de Amado, a fin de poder entrar en la jugada.
Y en otro personaje de muchos ayeres en que se viene pensando en lo relacionado a la candidatura por la presidencia de Cuernavaca, es en Rodolfo Becerril Straffon.
Ya fue secretario de Despacho de Desarrollo Económico, diputado local, federal, tiene una buena experiencia sobre todo a nivel de parlamento, pero en las urnas no ha logrado tener éxito.
Igualmente, se piensa que por tratarse de un hombre maduro, pudiera ser quien ofreciera mayores resultados una vez al frente de la comuna, pero al igual que en lo relacionado con Abe Almada, esto tendría muchas repercusiones entre aquellos que ya tienen meses trabajando en un proyecto orientado a la búsqueda de ese mismo cargo.
Dos diputados locales, Omar Guerra y Fernando Martínez Cué han estado armando toda una estructura considerando que pudieran ir en busca de la alcaldía llegado el tiempo político.
Incluir a alguien más tendrá sus repercusiones, pero primeramente habría que observar si hay la fuerza suficiente para montarse en el ring. El empresario turístico tiene recursos; habrá que ver si está dispuesto a arriesgarlos por la candidatura al gobierno estatal. Pero Becerril se desarrolla en una economía modesta que difícilmente le posibilitaría disponer de algunos millones sólo para la precampaña.
Él ya sabe de eso; perdió la candidatura tricolor al gobierno de Morelos en el 2000 a manos de Juan Salgado Brito, cosa que lo dejó muy endeudado y con demasiadas presiones. La pensaría mucho antes de apuntarse o al menos que se encuentre un buen padrino.
Pero las jugadas políticas ahí están. Los priistas consideran que el mejor momento les viene a futuro; se mueven por todos lados y muchos asoman la cabeza para que los tomen en cuenta. A pesar de ello, esa ausencia de fuerte presencia durante más de una década dejó a muchos fuera de la contienda o se retiraron por sí solos y a diferencia de aquellos tiempos de hegemonía cuando las colas de candidatos a cualquier cargo eran enormes, hoy quedan pocos valuados, lo que advierte de menos conflictos internos.