A su paso por la primera, Jorge Morales Barud dejó un buen sabor de boca. Ello tiene su sustento; tiene orígenes campesinos y sabe muy bien los problemas de la tierra en el estado.
Más aún, una vez que salió de la Secretaría de Gobierno, retomó el control de los negocios que le dejó su padre y que tienen que ver con la productividad agropecuaria.
Más aún, es uno de los pocos políticos que quedan con identidad plena en cualquier rincón de Morelos; ello le ayuda mucho cuando tiene que desempeñar algún cargo público.
En su lugar, a Desarrollo Agropecuario llegó quien fuera diputado federal, Bernardo Pastrana Gómez. Pero todo indica que ha venido descuidando la parcela, prestando oídos a conflictos entre colaboradores y tomando decisiones poco afortunadas que han hecho descender en mucho el esfuerzo conjunto de esa dependencia.
Por lo que tenemos entendido, ya el propio gobernador ha sido enterado de algunas cosas que están pasando ahí; sin embargo, quien tiene que poner orden es el funcionario, y lejos de consolidar los equipos de trabajo, los viene desarticulando de manera muy peligrosa.
Sedagro es un espacio muy interesante y estratégico incluso políticamente; es la relación con los hombres del campo, líderes que suelen todavía manejar grupos amplios que generan tendencias y rumbos en materia electoral.
Pero ya decíamos que otra área igualmente en decadencia es la ahora conocida como Secretaría de Gestión e Innovación Gubernamental, antes Oficialía Mayor, a cargo de Rey David Olguín Rosas.
Igual que Pastrana Gómez, parece haber llegado a descomponer todo lo que más o menos se había armado, y en este momento, rodeado de un pequeño grupo de incondicionales, por cierto de nula eficiencia, ha provocado de entrada una lamentable calificación en transparencia de parte del Instituto Morelense de Información Pública y Estadística (IMIPE) que lo sitúa en el último lugar de la tabla de instituciones gubernamentales estatales.
Pero volvemos a lo mismo, el servicio público es para hombres de talento, de experiencia y formación, amén de vocación en la materia. Hay quienes forman parte de las estructuras oficiales que están ahí por motivos muy diferentes, uno de ellos, el más visible, por intereses económicos.
Adame Castillo necesita cuadros y colaboradores que le ayuden a dar un último jalón verdaderamente fuerte para remontar muchas adversidades que en el camino se han venido generando.
Consideramos que dadas las condiciones, va a tener que apoyarse en otras Secretarías cuyos encargados parecen estar más entregados a sus responsabilidades como la de Educación, Salud, Obras Públicas que cierran el 2010 con buen ritmo.
Hace unos días, MAC inauguró el Centro de Salud de Tlaltenango. Efectivamente, es una muy interesante obra; su costo y equipamiento fue del orden de los 12 millones de pesos, pero el beneficio que prestará será enorme. Por cierto, esa acción se le debe en mucho al ex alcalde capitalino y actual diputado federal, Jesús Giles Sánchez; fue quien consiguió el terreno y dio condiciones para su consolidación. Corrió a cargo de Obras Públicas su construcción.
Son estos pequeños detalles que multiplicados van generando el efecto de interés colectivo, y por eso decimos que tendrá que ser con los funcionarios responsables de tales dependencias que entregue buenas cuentas que serán las que determinen el rumbo político de la entidad en las elecciones del 2012.
Y es que regresando al caso de Innovación y Gestoría, Víctor Manuel Mendoza Moreno, el antecesor de Rey David, tenía una carrera muy hecha: pasó gran parte de su vida profesional en la Iniciativa Privada, y usted sabe que ahí se deben entregar resultados objetivos, de otra manera revienta.
Durante el tiempo que condujo a la Secretaría, se observó proyecto, perspectiva y rumbo que se ha perdido porque quienes están a cargo adolecen de falta de capacidad y talento para poder hacer las cosas. Es lamentable para la administración estos detalles, pero algo se deberá hacer antes de que caigan en el descrédito.