El conflicto interno en la empresa hulera Firestone-Bridgestone amenaza con ahuyentar a una empresa que lleva más de 45 años en la entidad, que es líder mundial en la fabricación de llantas; que da empleo a 900 trabajadores y comercializa con 100 países en el mundo, lo que da fe del alcance de los efectos colaterales en materia de circulante.
Decimos lo anterior, porque ayer el nuevo secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria del Hule en la República Mexicana, José Isaías Flores Amilpa, admitió que ante las presiones, amenazas y chantaje del ex dirigente Antonio García Sánchez, quien busca su reinstalación tras haber sido depuesto, los empresarios han comenzado a dialogar con la Federación, ante la posibilidad de buscar su reubicación en otra entidad de la república.
Incluso adelantó que existen tratos con gobiernos de entidades como Guanajuato, porque igual y optarían por irse hacia allá. Lo anterior sería muy lamentable porque en este momento hay una exigencia de parte de sectores sociales, sobre todo jóvenes, por un espacio laboral y más de esas características; porque hablamos de inversiones que además de un salario más o menos digno, agregan las prestaciones de ley.
Pero como lo decíamos en otra entrega, las viejas prácticas sindicales vienen causando mucho daño a quienes con esfuerzo, logran invertir en busca de una ganancia legítima, porque dadas las condiciones en las que vivimos, es un riesgo, pero hay quienes le apuestan al desarrollo y no podemos permitir que capitales como el antes referido, salgan de la entidad como consecuencia de malos dirigentes.
A decir de Flores Amilpa, se están dejando de producir cinco mil llantas diariamente, que representan incumplimiento con el mercado nacional e internacional; las pérdidas por ese concepto son millonarias, de ahí que se venga considerando la posibilidad de buscar un territorio más tranquilo.
No desconocemos que en muchas ocasiones, el sector obrero ha sido objeto de explotación a partir de bajos salarios y que las luchas sindicales tienen su razón de ser para mejorar los ingresos mediante apoyos adicionales, pero en algunos casos, como el que nos ocupa, se trata de las ambiciones de quien luego de haber permanecido 45 años al frente del sindicato, busca afanosamente seguir sacando beneficios, que desde luego no comparte con quienes fueron sus representados.
El nuevo comité advierte que hará lo humanamente posible a fin de lograr apaciguar los ánimos y con ello mantener la fuente de empleo en la entidad, pero por lo que se menciona, García Sánchez continúa manejando un pequeño grupo de incondicionales con los que sigue haciendo la guerra, muy particularmente en contra de los inversionistas.
Esa lucha ya dejó fuera a 26 trabajadores, que se intentará sean reinstalados, por eso es tan importante lograr el entendimiento entre el gremio sindical y la parte patronal. Se trata de una organización filial de la Federación de Trabajadores de Morelos (FTM) que ha reaccionado positivamente; incluso expulsando al ahora ex secretario general, pero a pesar de todo eso, el pequeño grupo continúa provocando inestabilidad interna.
No debemos olvidar que por conflictos de carácter laboral como éste, algunas inversiones igualmente trascendentes debieron incluso cerrar en el pasado; una de esas fue IACSA, fabricante de refacciones y accesorios para camiones y automóviles que ofrecía empleo a miles de morelenses.
Esos antecedentes deben llevar a la reflexión de empleados y empleadores de Firestone y aceptar que lo más aconsejable es hacer a un lado las diferencias y desde luego a quienes vienen causando mal, para no llegar al extremo de trasladar la planta a otra parte del país.
INQUIETANTE INSEGURIDAD
La inseguridad vuelve a ser tema de preocupación en amplios sectores sociales; no sólo en lo relacionado a Morelos, donde algunos hechos recientes llaman la atención y obligan a levantar la voz de muchos ciudadanos; el asunto está calientito a nivel nacional.
Aquí en la propia capital del estado, en el poblado de Acapantzingo, lugareños estuvieron a punto de acabar con la vida de un presunto malhechor. Pero de acuerdo a estadísticas nacionales, Cuernavaca se sitúa en el cuarto lugar como una de las ciudades con alto índice delictivo a nivel mundial.
Lo que la Federación señala sobre el fenómeno de la delincuencia, es que no se ha podido alcanzar una correcta coordinación entre los tres niveles de gobierno a fin de alcanzar mejores resultados en su combate. Es visible que así es, pero las principales causas de que las estadísticas no disminuyan en esa materia se deben -sobre todo- a dos cosas: falta de preparación y equipamiento de los cuerpos policiacos y, por supuesto, complicidad con los propios maleantes.
Mucho se habló de esos factores a lo largo de cinco años de administración, tanto local como federal. Son los municipios los que muestran una absoluta improvisación en esa materia, pero tienen sus motivos y razones. Las circunstancias económicas por las que pasan, no les permiten la formación de elementos policiacos acorde a las necesidades. Los instrumentos de ataque y defensa son rudimentarios, muy lejos de las sofisticadas armas que portan los delincuentes.
Van pues a una lucha dispareja que se complica por la insuficiencia de elementos, porque tampoco hay dinero para contratar la suma de uniformados que requiere el momento. A nivel de estado más o menos hay cuadros, pero la efectividad en el combate no se aprecia. Es claro que las instancias competentes en esa materia, saben perfectamente quiénes son los cabecillas más peligrosos de las bandas que operan en la entidad, pero continúan libres y haciendo de las suyas.
La gente quiere que se actúe en profundidad para buscar erradicar pandillas que operan en todos lados. Hay una creciente preocupación, que el periodo electoral ya en proceso, lleve a un recrudecimiento de la situación en ese terreno.
Suele ocurrir que cuando se entra en una etapa de transición de autoridades, el número de delitos se dispara.