No obstante que ya estamos inmersos en el proceso electoral hacia la justa presidencial del 2018, se aprecia un complicado escenario que no da luces claras respecto hacia dónde se estaría inclinando la balanza, porque hay por lo menos tres propuestas que van a entrar en una lucha a muerte por la disputa de la primera magistratura de la nación y en el caso de Morelos por la gubernatura.
A nivel federal, es indiscutible que irán con posibilidades de acercarse a palacio nacional el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que es el único ya definido en lo que tiene que ver con el candidato; será por tercera ocasión Andrés Manuel López Obrador, a nadie le cabe duda.
El señor lleva una amplia ventaja ante sus posibles adversarios, tiene más de una década haciendo proselitismo electoral en todo el territorio nacional y también a eso se debe que siga siendo el primero en las encuestas; finalmente no se le puede comparar con nadie más, ya que los otros aún no se definen.
Su propuesta será atractiva para la mayoría de los electores; se va a centrar en aspectos de reclamo colectivo añejo, como combate a la corrupción y la inseguridad, elementos que por sí solos atraen voluntades. Sin embargo, en determinados sectores, como el empresarial o de la clase social media alta, es visto con desconfianza, le atribuyen una alta dosis de populismo, lo que viene restándole potencia, sin embargo su posicionamiento actual ya le garantiza situarse en los tres primeros lugares.
En lo que corresponde a las demás trincheras, siguen las indefiniciones, particularmente en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) por haber tres o cuatro figuras perfiladas, ya sea por iniciativa propia o porque los medios masivos de información así los tratan, pero se antoja difícil adivinar por dónde va la jugada.
No obstante, desde nuestra perspectiva terrenal hablaríamos de tres, el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, por cierto muy desgastado en su figura por tanto conflicto; el secretario de Educación Aurelio Nuño, a quien, se dice por ahí, la reforma educativa que le representó un obstáculo en principio pareciera ahora venirle ayudando en sus aspiraciones; y José Antonio Meade Kuribreña, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que depende mucho de lo que en materia económica y desarrollo siga pasando en México.
En el tricolor se aprecia entonces que la moneda está en el aire, sin embargo es casi seguro que no pase de esos tres. El sólo hecho de que vengan con la bendición presidencial, que es sinónimo de abundancia de recursos para las campañas y del uso a discreción de las instituciones en su apoyo, les garantiza también competitividad; y finalmente está el asunto del Frente Amplio, que por ahora suma a los partidos Acción Nacional (PAN), que pareciera llevar mano; el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Movimiento Ciudadano (MC). Aquí se sigue pensando que quien lleva la delantera en lo que se refiere a la candidatura del bloque es el líder nacional panista Ricardo Anaya, a pesar de que lleva un buen tiempo en medio de un fuego cruzado.
Y no se trata de los apretones que desde el gobierno federal le vienen dando por aquello de un presunto enriquecimiento inexplicable, tanto personal como de familia en sólo tres años, sino de una crítica insistente de la esposa del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, quien también aspira a la misma posición.
Igual y aparece por ahí algún iluminado por la vía independiente o ciudadana, que lo dudamos, por eso sentimos que de esas tres trincheras surgirá el próximo presidente de la república en las elecciones de junio del año que viene.
Pero ¿y en Morelos qué está pasando? Tampoco hay señales claras, sólo múltiples especulaciones en torno a quienes tengan el privilegio de ir en busca de la sucesión en la gubernatura. También se sigue hablando del Frente, que sería una instrucción del CEN del PAN a acatarse en lo local, pero por lo que se viene apreciando, no será nada sencillo.
Un miembro de la dirigencia estatal azul adelantaba a La Unión de Morelos que ya a nivel de comités municipales el partido rechazó ir en esas alianzas. Incluso agregó que con base en eso, el cabildeo se advierte en el mismo sentido a nivel de consejo estatal. Es decir que las estructuras de esa institución en la entidad van a rechazar la propuesta y entonces se complican las cosas, porque su idea es ir solos o en alianza, pero con partidos chiquitos.
Igual que a nivel nacional, acá se promueve que el candidato a la gubernatura por parte de Morena será el senador Rabindranath Salazar Solorio (aunque no hay nada seguro aùn) y es en las otras plataformas donde se sigue observando cierta confusión, porque son dos o tres los que pelean la plaza.
Como que es el panismo local el que trae menos cuadros con el nivel para reclamar la candidatura al gobierno; en la recta final únicamente se ve al diputado federal Javier Bolaños Aguilar, el resto de quienes andan en busca de un lugar se saben lejos de esa posición y acaso piensan en la presidencia municipal de Cuernavaca. Nos referimos a un Víctor Manuel Caballero Solano, diputado local.
En el tricolor hay varios, entre ellos dos delegados federales, Jorge Meade en la Secretaría de Desarrollo Social y Guillermo del Valle en el ISSSTE. Ellos apuntan a la grande, aunque con posibilidades de negociar, el primero por la candidatura a la capital del estado y el segundo por una senaduría.
Bueno y hay que esperar cuál es el destino del edil de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco Bravo; si va aliado con el PRI y sobre todo si realmente consigue la candidatura al gobierno del estado u opta por la propuesta de una senaduría.
El perredismo le sigue apostando en lo que se refiere a Morelos al Frente Amplio y si subsiste la alianza estarían definiendo al candidato.