Ante la cercanía del proceso electoral, comienzan a aparecer grupos políticos y asociaciones que buscan presencia y proximidad con los electores; en particular, hay corrientes identificadas con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que igualmente levantan la mano para pedir espacio de participación en la selección del nuevo comité directivo estatal, para cuyo efecto ya se emitió la convocatoria.
Lo hemos dicho, por la proximidad con el arranque del proceso de elección hacia el 2018, la cúpula del tricolor optará por una planilla única, es decir un candidato de unidad a la cabeza del comité, que ciertamente de “unidad” pudiera tener muy poco, pero en cuya conformación tendrán que estar representadas todas las corrientes, para evitar contratiempos y rupturas que hagan más difícil el camino en el intento por regresar al control del poder estatal el año entrante.
Con miras e intenciones en ese sentido, es que se tomó protesta al comité por Cuernavaca de la asociación denominada “Juntos por el Cambio”, a cuyo evento acudió el delegado estatal de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Jorge Meade Ocaranza, una señal que nos lleva a considerar que está detrás de la misma, a cuyo frente se instaló a Guillermo Alamillo Badillo.
Pero ayer igualmente nos tocó asistir a un evento de la asociación llamada “Frente de Mujeres por la Unidad y la Esperanza”, bajo la presidencia de Karina Gutiérrez Beltrán, pero a la cual también se agregó Harry Nielsen León el empresario del ramo gastronómico y a pesar de que los mensajes fueron orientados en el sentido de que se trata de una agrupación de carácter ciudadano, buena parte de los asistentes se han identificado con el priismo.
Nielsen León, por cierto, es nieto del empresario avícola don Gumaro León, familias de una larga tradición en sus respectivos rubros y por ende identificados muy bien con amplios sectores de la capital. Sin mucho esfuerzo pudimos saber que en el caso del empresario restaurantero ya está trabajando para buscar una candidatura, que bien podría ser una diputación local o algo más, pero no necesariamente por la vía del PRI.
Pero en estos momentos, lo que se intenta es meterse en la pelea por el CDE del partido y ya de paso lograr acuerdos para participar en la subasta de candidaturas a inicios del año que viene, porque hay otros que por su ascendencia añeja en las estructura de dicha institución, parecieran contar con lugares reservados, como en el caso de Guillermo del Valle Reyes, delegado estatal del ISSSTE, de Maricela Sánchez Cortés e incluso el coordinador regional de delegaciones de la Secretaría de Gobernación en la zona centro del país, Juan Salgado Brito, que, ya lo veremos, reaparecerá en esta ocasión, luego de haberse manejado con mucha discreción durante algunos años.
Por cierto, ayer, se llevó a cabo la asamblea estatal de elección de delegados estatales del PRI que irán con la representación de Morelos a la XXII asamblea nacional ordinaria que se efectuará en la capital del país en fecha próxima. La anterior no tiene nada que ver con los trabajos de renovación del comité directivo estatal, se trata más bien de una agenda que atiende los compromisos con el CEN.
Pero regresando a los trabajos de reestructuración partidista, la batalla entre priistas se viene dando en las altas esferas, porque hay plena consciencia de que el presidente será nombrado de manera directa por el dirigente nacional Enrique Ochoa Reza y bajo ese mecanismo serán quienes cuentan con más presencia en las alturas los que logren imponerse, por lo tanto, hay que dar la pelea allá.
Pero para buscar menos riesgos, se advierte que en el nuevo comité estarán representados todos aquellos grupos que tienen cierto peso específico, en una escala descendente conforme a su importancia. Las cabezas de grupos no parecen estar muy interesadas en ser incluidas, más bien enviarán a sus mejores cartas, porque su finalidad es ir en busca de una candidatura y de cierta relevancia.
Hay aquellos que en su oportunidad lograron amistades que hoy día pueden influir mucho en la toma de decisiones, como en el caso de Maricela Sánchez y Guillermo del Valle; se afirma que mantienen una relación de compadrazgo con el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, así que con toda seguridad, se les tiene un lugar de privilegio para la contienda.
Salgado Brito es uno de los brazos del propio Osorio Chong, sería ocioso que no aprovechara esa cercanía como su subalterno para pedirle volver al desempeño de un cargo de representación popular, pero no por el camino del voto en las urnas, sino por la vía de la representación proporcional, algo así como una diputación federal, responsabilidad que ya desempeñó hace unos años.
La estrategia del tricolor será pues acomodar a todas las expresiones en un intento por mantener en su interior a quienes, de no ser así, buscarán otras trincheras para participar en el proceso electoral. Ya algunos se le han ido, mucho se insiste en que su ex candidato a la gubernatura en el 2012 Amado Orihuela Trejo hace buen rato viene trabajando para los perredistas, por eso no lo quieren tomar en cuenta. No se fue solo, se llevó a algunos de quienes se la jugaron con él, aunque se siguen diciendo priistas, porque es la instrucción que tienen, ya que desempeñan una posición de infiltración.
Para acabar pronto, la nueva dirigencia deberá comenzar por aplicar una limpia interna, porque la mayoría de quienes se mantienen fieles a esos colores, saben que han sido penetrados por fuerzas contrarias y si no sacuden el árbol llegarán con escasas posibilidades de triunfo. No tienen mucho tiempo, apenas renueven el CDE, ya tendrán que comenzar a desarrollar los métodos de selección de candidaturas, sobre todo en lo que tiene que ver con la justa federal, la local será hasta comienzos del 2018.
Lo advertimos en su momento, el CEN no iba a fijarse en su partido en Morelos hasta superar la elección por la gubernatura en el Estado de México, pero ya lo hizo, como que lo anterior los mantiene animados y lo más sensato parece ser que quien quede al frente de la dirigencia, lo hará por decisión directa de Ochoa Reza; claro, con la “recomendación” de algunas otras personalidades, incluso del gobierno federal como Osorio Chong.