De entrada, un funcionario de la Contraloría dijo a La Unión de Morelos que la posición de la dependencia no fue un acto de voluntad y decisión autónoma a fin de combatir irregularidades en el tema, más bien se actuó de manera obligada, porque hacía cuestión de dos meses que una autoridad judicial había ordenado la reposición del procedimiento con carácter obligatorio.
La contralora habló de respetar la regularización, en promedio, de mil concesiones, de las más de cuatro mil comprometidas, sólo que se tendría que regresar el dinero a quienes pagaron por tales trámites, porque además se les entregó un recibo de poco más de 20 mil pesos.
Claro, el costo es simbólico, porque a decir de algunos que lo hicieron, por debajo de la mesa se pagaron algo así como 120 mil pesos, pero como sea, las instancias competentes estarían devolviendo algo más de 80 millones de pesos, pero como que la intención es no hacerlo, lo cual traería un conflicto social, los defraudados no se van a quedar con los brazos cruzados.
Hay otro aspecto interesante, desde el interior de la Contraloría se afirma que los que presuntamente fueron despedidos, habían dejado sus respectivos cargos desde hace bastante tiempo, que casi todos ellos corresponden al periodo en el que fungió como titular de la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT), David Gómez Basilio.
Sobre el difícil tema del transporte hemos hablado mucho, insistiendo en que subsisten muchas irregularidades, una de ellas el problema invencible del pirataje, que se presta a todo tipo de interpretaciones. No obstante, la situación es complicada, porque se habla de una regularización en proceso de más de cuatro mil permisos para la prestación del servicio sin itinerario fijo, sólo que existe una sobre oferta en la materia, muy en particular en Cuernavaca y el área conurbada.
Lo que empresarios del ramo señalan es que para poder pensar en algo así, primero se debe desarrollar el estudio de mercado correspondiente y seguramente el resultado aconsejaría mantener las cosas como están, hay horas del día que en determinadas zonas de la ciudad pareciera que hay desfile de taxis, decenas de unidades circulando a la casa de algún usuario, en verdad, son demasiados y se le quiere agregar algunos miles más.
Pero lo que se advierte a partir de los anunciado por la Contraloría, es que pareciera haber la intención de revender las más de tres mil concesiones que ya están comprometidas, lo que pone en alerta a los interesados, que comienzan a organizarse para buscar defenderse ante la posibilidad de que no les regresen su lana.
Hay un mar de fondo detrás de lo anunciado por Flores Garza el pasado 11 de junio, se advierte de serias inconsistencias e imprecisiones en lo que se refiere a la información y que empujarían al surgimiento de un conflicto, porque se habla de más de tres mil afectados.
Ahora bien, la instrucción de la autoridad judicial fue reponer el proceso de manera integral, o sea, sin privilegiar a nadie, como parece, se pretende hacer, con aquello de aceptar regularizar más de mil, dejando fuera de ese beneficio al resto, que son la mayoría.
PASO EXPRÉS, UN PROBLEMA
No se puede negar que la ampliación a ocho y diez carriles de lo que fuera el libramiento de Cuernavaca, para convertirlo en el paso exprés, trae distintos beneficio, sin embargo hasta ahora sigue siendo objeto de toda clase de inconformidades, porque independientemente de una larga lista de detalles por concluir, el diseño no parece ser el más inteligente.
Ya hacíamos referencia recientemente que la Cámara Nacional del Comercio en Pequeño (Canacope) entregó una queja directa al titular de la Secretaría de Comunicaciones y transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza, en la que le pide su intervención a fin de que se corrijan imperfecciones, pero ahora surgen más opiniones y sugerencias que vale la pena mencionar.
A esta casa editorial han llegado muestras de inconformidad, porque si bien en determinados días, como los fines de semana, los carriles centrales cumplen con la función de desahogar el tránsito que no requiere entrar a la ciudad capital, el resto de la semana lucen desérticos, mientras que los laterales se ven seriamente saturados.
El señalamiento es que son un desperdicio, hay momentos en los que durante algunos minutos, transitan dos o tres unidades en ambos sentidos, por lo tanto, se solicita a la SCT considerar la posibilidad de retirar las barreras de contención para que todos los carriles tengan salidas, de tal manera que puedan ser utilizados por el tráfico local, cosa que hoy no se da.
En efecto, sería la decisión más sabia, porque finalmente, de manera natural, quienes no requieran salir, pueden seguirse directo desde la Paloma de la Paz hasta el Polvorín, pero con la ventaja de que algunos automovilistas locales también podrían transitar por ahí en casos de necesidad por alto flujo vehicular.
Sin embargo, como que el Centro SCT Morelos ha afirmado que los recursos para el proyecto se agotaron y no hay para atender los detalles que quedaron pendientes y que son algo así como más de 40.
Los beneficios del Paso Exprés pueden ser mayores si quienes tienen las facultades para propiciarlo así lo permiten. En efecto, como que las barreras de contención salen sobrando, no hay suficientes argumentos para privar del uso de los carriles centrales a todos los usuarios.
No pasaría absolutamente nada si se eliminan las barreras, por el contrario, los resultados serían extraordinarios y valdría mucho más la pena la inversión.