La posición deriva de la percepción de que el desempeño de las más recientes legislaturas no ha estado al nivel del reclamo popular, porque el trabajo en la materia ha estado incidiendo muy poco en lo referente a una mejora pensada en el bien común, mientras por el otro lado, el costo nominal del recinto legislativo crece de manera permanente.
Pues por lo menos la reducción de legisladores locales es ya un hecho, a partir de la siguiente legislatura decrecerán en una tercera parte, para pasar de 30 a sólo 20, de los cuales 12 llegarán por la vía del sufragio mayoritario en las urnas y ocho mediante el mecanismo de representación proporcional.
Pero también en lo referente a los igualmente denominados diputados plurinominales, se hacen ciertas modificaciones, porque para lograr una curul, deberán traer el 5% de los sufragios y no el tres como sucedía hasta ahora.
Lo anterior, fue dado a conocer ayer por el grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, que sigue aprovechando el dominio que tiene en el poder legislativo para impulsar y promover cambios. Éste punto se antoja bastante interesante, porque en efecto, era ya un clamor social, seguramente se aterriza en estos momentos, porque se le quiere dar al tema una tendencia electoral.
Nuestro punto de vista es que por encima de quienes hayan sido los que hicieron posible esa disminución de representantes populares, tendrá que redundar en beneficio del pueblo, es decir tendremos que apostarle a que a partir de la legislatura que viene, igualmente se reduzca en una tercera parte el presupuesto anual de la Cámara, de otra manera, no tendría ningún sentido.
Ya ve usted, de acuerdo a información publicada en medios nacionales hace unos días, la planta laboral de Petróleos Mexicanos se redujo sustancialmente durante el año anterior, atendiendo aquello de la austeridad. Sin embargo, el recurso destinado a ese rubro de salarios siguió creciendo y se situó en un 8% más del dinero ejercido en el año anterior, por eso decimos que en lo que compete el Congreso local, hay que vigilar los números.
El asunto de la baja de representantes populares no es cosa menor, como gobernados llegamos a considerar que en buena medida, están representando una pesada carga en lo referente al gasto del erario público, no hay suficientes razones como para mantener un número tan elevado de “representantes populares”, ya que es muy poco lo que apoyan en el esfuerzo por mejorar las condiciones de vida de los morelenses.
Y el líder estatal perredista Rodrigo Gayosso Cepeda, así como algunos de los integrantes de la fracción parlamentaria de su partido, prometieron también impulsar algo similar en lo que se refiere a la conformación de cabildos en los ayuntamientos.
También es cierto que el cuerpo edilicio de la alcaldía que usted quiera analizar, poco ayuda en la tarea de promover el desarrollo de sus respectivos territorios. Hay presidencias municipales como la de la capital del estado, en donde se cuenta con 15 espacios en el cabildo y tampoco justifican su existencia, lo más sensato es seguir el mismo camino, disminuir al mínimo las representaciones en ese “cuerpo colegiado”, porque como ocurre en otros espacios de la vida pública, los regidores acaban defendiendo intereses personales o de partidos políticos, no el de sus representados.
Y ciertamente se antoja que en esta reforma de acotamiento de diputados locales, los legisladores no obraron en función de sus intereses electorales a futuro, porque como decía uno de ellos, ahora los espacios en disputa serán menos, lógicamente habrá menores posibilidades de reelección cuando la ley en la materia ya lo permite.
En concreto, si todos intentaran mantener la representación a partir del 2018, pues no les alcanzaría, porque únicamente serán 20, diez quedarían fuera, aunque vemos poco posible que alguno de ellos logre el objetivo, el electorado no está contento con sus resultados.
El paso dado es de trascendencia, esto debería extenderse al resto de las entidades federativas e incluso en lo referente al Senado de la República y el Congreso de la Unión, 50 legisladores federales son demasiados para un país en el que a sus habitantes ya les pesa en demasía la pesada carga burocrática.
Morelos aporta a ese número de diputados, cinco, porque muy recientemente pasamos de cuatro a cinco distritos, en lugar de disminuirlos, igual y tres serían más que suficientes para la representación. Bueno, pero a los anteriores se suman los que llegan por el camino de la representación proporcional. Qué decir de los senadores, ahí del mismo modo debería aplicarse tijera, 300 son muchos.
Y es que las dos cámaras se conducen con elevados índices de privilegio, en cuestión económica los bonos y prestaciones que se auto asignan son de escándalo, como se da en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Cada fin de año, ese dinero adicional alcanza hasta 500 mil pesos por cada uno de ellos, mientras los niveles de pobreza y marginación de millones de mexicanos no acaban de tocar fondo.
Existe un creciente desencanto popular por el quehacer de los políticos en esta nación, razones para ello sobran, es tiempo de corregir excesos antes de que la inconformidad llegue a situaciones de riesgo o estallido social. Simplemente no entendemos cómo es que quienes ejercen el poder, sigan acaudalando fortunas en dos o tres años a costa de la miseria colectiva.
Tarde o temprano la mayoría de mexicanos querrá cobrar facturas y el riesgo es que sea por vías diversas, no sólo la de las urnas, que sería lo más sensato, de ahí que habría que apostarle a que se actúe con sensatez y prudencia, ya no se debe echar más leña al fuego, la cosa está que arde, por lo menos esa es la visión que nosotros tenemos en el diario contacto con sectores populares, de ahí que aplaudamos le merca de diputados en el Congreso local a partir del 2018.