El factor común en estas parafernalias –que desde hace mucho debieron haberse eliminado como ocurrió con el informe presidencial y del Gobierno Estatal- es el dispendio de recursos que en su mayoría proviene de la ciudadanía que paga sus impuestos.
La escena parece repetirse en cada municipio o distrito electoral: gente acarreada, la música, las pancartas de apoyo, la llegada del que va a informar y los aplausos, porras y fanfarrias cada vez que dice una frase rimbombante.
Pero si uno analiza fríamente el contenido de los informes de alcaldes y diputados se encuentra muy poco de sustancia.
Salvo honrosas excepciones (que todavía no encuentro pero supongo que las hay) los presidentes municipales presumieron de programas que ya estaban, de beneficios que se hicieron con fondos federales y de eventos organizados por dependencias estatales.
La realidad es que la mayoría de los municipios adolece de los mismos problemas: un tremendo endeudamiento heredado por administraciones pasadas y un manejo improvisado de la administración que prácticamente no les permite hacer nada más allá de lo antes mencionado.
Un alcalde se sinceró con un amigo de quien esto escribe de la siguiente manera:
“Le invertí mucho dinero a mi campaña, y ahora que ya gané me encuentro con un Ayuntamiento en quiebra y con una decena de demandas laborales de hace dos administraciones. No puedo meter a mi gente porque primero hay que liquidar a los que están, y eso los de puestos de confianza porque los sindicalizados son intocables. Lo que entra de impuestos sólo alcanza para pagar los sueldos; lo que manda el gobierno federal ya viene etiquetado; de lo que realmente se gana es de los ‘diezmos’ que pagan los proveedores o concesionarios, y eso pues es para recuperar lo que invertí en la campaña”.
Y agregó:
“Yo venía con toda la buena intención de hacer muchas obras para el pueblo, pero pensé que había dinero. Ahora que veo como está todo, y que hagas lo que hagas te va ‘como al cohetero’, no me queda otra que hacer lo que supongo que hicieron mis antecesores. Voy a pedir un préstamo y a ver para qué me alcanza, y ahí que lo vayan pagando las administraciones que vengan”.
Pero si resulta criticable el dispendio de recursos de los ediles para informar de cosas que de todos modos se tenían que hacer, el caso de los diputados locales es verdaderamente patético, evidencia una orfandad manifiesta.
No legislan, y cuando lo intentan hacer les sale mal. Los últimos casos son ejemplos claros de la peor legislatura de la historia.
Reforman el Código Penal y establecen que los delitos cometidos por médicos serán considerados graves, cuando la Constitución establece que ante la ley todos somos iguales. Queriendo quedar bien con la población, promueven otra reforma para que los choferes sean sancionados con mayor severidad, incurriendo nuevamente en una violación constitucional.
Días después, ante la inconformidad de los directamente afectados, los diputados dan marcha atrás a lo que ya habían legislado.
Reforman el artículo 58 de la Constitución Local para que ya no sea requisito para ser gobernador el haber nacido en Morelos. Pero a alguien se le ocurre agregarle al requisito de ser mexicano por nacimiento, el término “hijo de padres mexicanos por nacimiento”, ocasionando así que la PGR se quejara ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y que ésta reprendiera al Congreso morelense por andarse extralimitando en sus facultades.
Eso sí, ninguno de los diputados puso en su informe: “La Suprema Corte nos hizo quedar en ridículo”. En el caso de los médicos y los ruteros que los obligaron a recular, seguramente asentaron: “Atendimos con sensibilidad y atingencia el reclamo de nuestros hermanos médicos y nuestros hermanos transportistas”.
Lo que sí se les debe reconocer a los diputados y los encargados de escribirles sus informes, es que hicieron toda una proeza digna de aplausos, y que cualquiera de ellos puede elaborar un libro que se llame: “Cómo rendir un informe cuando no hay nada qué informar”.
Eso lo puede advertir cualquier ciudadano que tenga acceso a los medios de comunicación, pues encontrará infinidad de reseñas con fotografías que muestran un evento apoteósico, cientos de personas, la llegada del diputado haciendo la “V” de la victoria y con frases como “Misión cumplida… pero vamos por más”, con adjetivos que rayan en la divinidad (todo transmitido por Canal 3, el canal de las 30 estrellas”), pero que cuando uno busca la sustancia en el informe no se encuentra nada más allá de los “trabajos de gestión” que no es más que una campaña política disfrazada.
Nuestros diputados tienen una extraña forma de contar. Contabilizan por decenas de miles sus acciones y los multiplican por el doble al anunciar las personas beneficiadas. Si cada vez que un diputado se levanta de su curul, si cada vez que extiende el teléfono para contestarlo, o cada vez que saluda a alguien, se contabiliza como acción, entonces sí, son miles de acciones las que están haciendo nuestros incansables diputados.
QUIÉN GANA Y QUIÉN PIERDE EN EL PRD
De la misma forma que Humberto Moreira llamó a sus aspirantes priistas para decirles que será a través de una encuesta como se encontrará al abanderado del tricolor a la gubernatura de Morelos, también el máximo líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, hizo lo propio con sus correligionarios morelenses, con la diferencia de que en este caso ya se les adelantó y mandó hacer una primera encuesta para que nadie le quiera ver la cara.
“El Peje” ya deslizó el primer nombre que según la encuesta que él mismo mandó hacer (y de la que no tiene por qué dar detalles porque en esa organización política se practica el mesianismo), es quien encabeza las preferencias para ocupar la Senaduría que Morena exigirá como pago de cuota: Juan Salgado Brito.
Ciertamente hay otro nombre: Rabindranath Salazar Solorio, sin embargo, pareciera que su inclusión en la lista tiene más intención de hacer rabiar a Graco Ramírez que sus posibilidades reales.
De acuerdo a esa versión, Tania Valentina y Jaime Álvarez Cisneros quedarían supeditados a los acuerdos que se alcancen en las negociaciones entre sus líderes nacionales, pero el Senado ya no.
Por si las dudas, Tania Valentina redobló su protagonismo en medios de comunicación y aprovechando que sigue habiendo feminicidios en la entidad y se dejó de teñir el cabello para que vean que es “morena”. Jaime no tarda en comenzar su campaña.
¿Y Raúl Iragorri? Pues parece que también se quedó corto y fue insuficiente su campaña mediática con cargo a su empresa automotriz. Pensó que denostando a Graco Ramírez quedaba bien con López Obrador y que le darían algo a cambio.
Quién podría colarse en la lista de candidatos a diputados federales es el ex procurador Francisco Coronato Rodríguez, en tanto que el ex subprocurador, David Irazoque Trejo, tras advertir que en el PRI no lo admitirán de regreso, prendió su velita para ver si consigue algo.
Mientras tanto, en el Partido de la Revolución Democrática los trapos sucios siguen saliendo tanto a nivel nacional como estatal. El profesor Isaías Cano Morales, a quien conocimos hace dos décadas y que siempre ha conservado su congruencia entre lo que dice y lo que hace, define así al que fue su partido y del que fue expulsado hace algunos años:
“Los “chuchos” “amalios” y “bautistas” es decir, Nueva Izquierda, Nuevo Sol y Alternativa Democrática Nacional, que son el bloque de tribus que han tenido el control del aparato han completado su tarea: echar por la borda lo que les quedaba de capital político, moral y ético en sus filas. En buena medida también los “bejaranos” y otras mini expresiones han cooperado para que en el PRD avance su proceso de descomposición”.
Y hace una advertencia que nos parece muy válida:
“El Morena debe estar atento de no contaminarse con líderes que llevan el germen de la división y el oportunismo, porque entonces se correría el riesgo de repetir la triste historia del PRD”.
Y es que, como ya se ha informado en diversos medios, los representantes de las planillas que encabezaron Carmelo Enríquez, Jorge Martínez Urioso y Blanca Mujica, presentaron un recurso de impugnación ante el Servicio Electoral Nacional del PRD para que se anule todo el proceso del 23 de octubre pasado. La queja la hicieron en el Servicio Nacional Electoral y a su vez éste lo enviará a la Comisión Nacional de Garantías y Vigilancia.
El gran perdedor con todo esto es Graco Ramírez Garrido Abreu, a quien se le debe reconocer que invirtió mucho dinero para convertirse en el aspirante perredista más conocido en la entidad (lo que no significa que fueran a votar por él) y que tenía “bajo la manga” un plan maquiavélico: pactar con el PAN para evitar el regreso del PRI.
La evidente estrategia de Graco era (¿o es?) convencer a los panistas de que con ninguno de sus candidatos lograría retener el poder, pero que entre los dos partidos sí podrían derrotar a cualquier abanderado del PRI.
A eso se debe que Graco siempre cuidó la relación con el gobernador Marco Adame y jamás atacó al PAN-Gobierno. Pero ni Marco Adame ni Graco contaron con la posibilidad de que sus respectivos partidos les retiraran el respaldo.
Hoy, el mensaje de la dupla Germán Castañón-Adrián Rivera parece ser: “preferimos perderlo todo que compartir el poder”.
Por cierto, es cuestión de días para que varios funcionarios del Poder Ejecutivo sigan los pasos de Ericka Cortés y presenten sus respectivas renuncias a fin de estar en condiciones legales de aspirar a cargos de elección popular. Tres secretarías de Gabinete (Obras Públicas, Finanzas y CEAMA) se estarían quedando con encargados de despacho.
EL LIBRO DEL DR. GONZALEZ CHEVEZ
Bajo el título “Depuración de las corporaciones policiales y exámenes de confianza”, el doctor en Derecho e investigador de tiempo completo de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UAEM, Héctor González Chévez, escribió un libro que estará a la venta en los primeros días del 2012, en el cual analiza la situación de las corporaciones morelenses y evidencia lo que ya hemos mencionado en este espacio: que los exámenes de confianza no son infalibles.
González Chévez, quien en sus años de estudiante incursionó en la actividad periodística como reportero de nota roja, señala en la introducción de su libro que la corrupción en la vida diaria de los mexicanos es algo común, “sin embargo, cuando se habla de la corrupción de las corporaciones policíacas es hablar de una corrupción agravada, por el tipo de flagelo que ello causa a la sociedad, puesto que no es lo mismo que un servidor público cualquiera, se valga de su puesto para alcanzar un lucro indebido, que tratándose de la corrupción de los policías”.
“A nivel local, en acatamiento al mandato constitucional, las entidades federativas han realizado algunos avances en la materia, en cuanto a la adecuación de su marco normativo y de sus instituciones, tal es el caso del Estado de Morelos que ya cuenta con su propia Ley del Sistema de Seguridad Pública, publicado en el Periódico Oficial el 4 de agosto de 2009, que al igual que su homóloga a nivel federal, contempla que los policías, sean éstos ministeriales de la Procuraduría, custodios de los centros de reinserción social y los policías preventivos tanto estatales como municipales, se sometan a los exámenes de control de confianza, cuya no acreditación supone, que automáticamente quedarán dados de baja de la corporación.
“Dispone la referida Ley, que los exámenes de control de confianza son requisito indispensable para que los policías sean certificados, lo cual tiene por objeto identificar factores de riesgo, con los cuales se pretende detectar dice la Ley: si los policías no tienen nexos con la delincuencia; si no son adictos a las drogas u otros tóxicos; si no cuentan con antecedentes penales o han sido dados de baja en otras corporaciones policiales; si no tienen problemas psicológicos o trastornos de personalidad; si poseen un patrimonio acorde con los ingresos que perciben; además de los exámenes físicos (art. 91)”.
Resta señalar que dicha Ley dispone en el segundo párrafo de su Artículo Transitorio Noveno:
“Las instituciones de seguridad pública contarán con un período de dos años a partir del inicio de la vigencia del presente decreto, a efecto de culminar con los procesos de evaluación y control de confianza. El Colegio calendarizará las evaluaciones por la institución a efecto de cumplir en tiempo y forma con este plazo.
“Si se toma en cuenta que la Ley del Sistema de Seguridad Pública del Estado de Morelos se publicó en el Periódico Oficial el 4 de agosto de 2009, y en su artículo Transitorio Noveno establece un plazo de dos años para concluir con los procedimientos de evaluación y control de confianza, entonces dicho plazo feneció el 4 de agosto de 2011, luego entonces, se advierte que a la fecha existe un considerable rezago en el cumplimiento de las evaluaciones. Esto se corrobora, con los datos estadísticos apartados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública al 31 de mayo de 2011, quien señala que en el Estado de Morelos el avance de las evaluaciones al personal de seguridad pública se encuentra entre el 25% y el 75%”.
“Al 24 de junio de 2011, de un universo de 375 elementos, 296 ya han sido evaluados lo que representa un porcentaje de avance del 79%. Mientras que 10 altos mandos no asistieron a los exámenes de control y sólo 10 entidades federativas cuentan con el 100% de sus altos mandos evaluados, estas son: Chiapas, Coahuila, Distrito Federal, Durango, Guanajuato, Morelos, Nuevo León, Puebla, Querétaro y Sonora”.
“Estos últimos datos resultan relevantes, si consideramos que en tanto los Centros de Evaluación y Control de Confianza de las entidades federativas no cuenten con la debida certificación, no se puede iniciar la depuración de los miembros de las instituciones de seguridad pública, ya que una resolución de dichos centros, por la cual pudiera cause baja un elemento de seguridad, no se consideraría jurídicamente valida”.
“Cabe señalar, que de la información estadística antes referida proporcionada por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, ninguna referencia se hace a los elementos que ya han sido evaluados y no acreditaron los exámenes de control de confianza y en consecuencia, debieron ya haber sido dados de baja, que al final de cuentas, es uno de los principales objetivos de todo el sistema de evaluación, que consiste precisamente en depurar de las corporaciones de seguridad pública a los malos elementos.
“Otro dato que resulta relevante, es que el principal protagonista en la cruzada contra la inseguridad y la delincuencia organizada, éste es el Ejército Mexicano, su personal está exento de someterse a los exámenes de evaluación y control de confianza, pues la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública ninguna referencia hace en ese sentido, aun cuando la referida Ley señala en su artículo 12, que el Consejo Nacional de Seguridad Pública estará integrado por los titulares de la Secretaría de la Defensa Nacional y Marina, y no obstante que también el personal castrense se ha visto en problemas de corrupción e infiltración por la delincuencia organizada, además de reiteradas denuncias por violación de los Derechos Humanos”, advierte el doctor en Derecho Héctor González Chévez, hijo de uno de los más queridos y admirados catedráticos de la UAEM, don Ramiro González Cazalez.
MANUAL PARA POLÍTICOS PRINCIPIANTES
El comunicólogo Abel Vicencio publicó recientemente en el portal de internet www.animalpolitico.com una serie de consideraciones relacionadas con los medios de comunicación que deben ser tomadas en cuenta por los estrategas de los aspirantes a candidatos, y por los propios partidos políticos:
1. Las audiencias se hartan. La repetición machacona de las mismas ideas mañana tarde y noche, no terminan por ser asimiladas, ya sean éstas mentiras o verdades; antes al contrario, puede lograr en las audiencias un hartazgo que las mueva a buscar otras opciones, otros contenidos. Sólo recuerde usted lo alucinantes que fueron los spots electorales en 2009. En más de una ocasión la gente ha dejado de ver su programa favorito simplemente porque los comerciales le resultan ya insoportables, y busca otras opciones menos agresivas. Al paso de los años la oferta de medios, particularmente los electrónicos ha crecido sustancialmente, y ahora son muchos más los mexicanos que tienen acceso no a los mismos canales de “melón” y de “sandía”, sino a decenas o cientos de canales de televisión restringida a precios razonables que si bien muchas veces son de los mismos dueños, ofrecen una diversidad mayor, y dentro ésta algunas opciones más frescas y objetivas para ser informado de la oferta electoral. Los canales y medios del estado también han estado reconvirtiéndose últimamente, ofreciendo producción o cobertura informativa más atractiva y menos sectaria. De esta forma emisiones que antes eran consideradas prácticamente “invisibles” se convierten en alternativas viables para audiencias necesitadas de otros enfoques de opinión.
2. Un monitoreo efectivo. Y no me refiero a los monitoreos del IFE de cuya eficacia ya me referí en ocasiones anteriores; sino al escrutinio que los partidos y candidatos debieran hacer del uso de los medios por parte de otros partidos y candidatos, y a las observaciones que la sociedad toda, a través de diferentes instancias cívicas o académicas realizarán en el proceso electoral, para tratar de paliar aunque sea en parte este “mercado negro” mediático del que me refería en ocasión anterior; esto es, todo tipo de propaganda electoral explícita o implícita que no sean los spots del IFE. Si los partidos renuncian a denunciar tales prácticas por mantener una antidemocrática complicidad, serán las organizaciones cívicas, nutridas por la academia, las que podrían hacer la diferencia en estos procesos electorales. De la misma manera en que se registran observadores para la jornada electoral, el IFE debería registrar por igual no uno, sino muchos observatorios de medios de diferente alcance y darles certeza de cauce de sus denuncias y señalamientos. Hasta la fecha los llamados “Procesos sancionadores” que ha promovido el Instituto han sido decepcionantes aún cuando son flagrantes las violaciones al COFIPE; sin embargo si se logra el concierto de la opinión pública especializada y/o de la academia, tal vez tengan mejor fortuna. Bien podría el Instituto Electoral hacer una buena campaña dentro de los muy abundantes tiempos de que dispone, para dar a conocer a la ciudadanía las reglas electorales en materia de medios, e invitarla a denunciar cualquier violación. La radio y televisión públicas del Estado, que han demostrado que van por buen camino para su reconversión (No son ya al menos voceros del partido en el poder), bien podrían ser más que contrapeso (imposible competir en nivel de audiencias) y ser “fieles de la balanza” para hacer sus propias observaciones y monitoreos, o darle cauce a los de otras instancias cívicas y académicas.
3. La opinión pública no es necesariamente la opinión publicada. Al igual que últimamente se confunden los resultados del ejercicio de la democracia participativa con los de una encuesta de opinión, también se asume a veces que a mayores impactos o presencia en los medios de comunicación, se da la mayoría democrática. La propaganda influye desde luego, pero no es el veredicto final. Al igual que las encuestas de opinión, son muchos los factores adicionales que inciden para que un voto finalmente caiga al fondo de la urna, y uno de los más importantes es la influencia de los líderes de opinión. En México no se ven noticieros ni se leen periódicos ni se accede al internet de forma masiva; pero muchos de quienes lo hacen se convierten en “influenciadores” de la opinión de los demás, dentro de sus propios círculos familiares, laborales y sociales. En pocas palabras: ni la más aplastante campaña mediática podrá competir en credibilidad con una buena sobremesa de los domingos. Los partidos y candidatos bien harían en considerar y no despreciar a estos verdaderos líderes de opinión que no necesariamente cambiarán su preferencia electoral a punta de “espotizas”, ni de presencia excesiva en los medios electrónicos. Lo más inteligente sería averiguar quiénes son esos líderes, qué hacen qué leen, dónde se informan y cuáles son sus fuentes más creíbles. Ni las encuestas hacen la democracia, ni la radio y televisión hacen la campaña.
DE TODO UN POCO
El Kilómetro de la Cobija.- La Asociación Civil “Creciendo Juntas” que encabeza Raquel Hernández de Paladino invita a participar en el "Kilómetro de la Cobija", donde el objetivo es reunir la mayor cantidad de cobijas nuevas o usadas, siempre y cuando estén limpias y en buen estado, que serán entregadas a adultos mayores y personas de escasos recursos en colonias previamente identificadas. Por tercera ocasión, realizarán este evento que tendrá verificativo el 6 de noviembre de 2011, a partir de las 09:00 horas en la avenida Reforma, esquina Teopanzolco.
Ellos sí trabajan.- Diego Langner Bonfill (Distrito 01. Cabecera: Cuernavaca), Sharon Belem Díaz Bajonero (Distrito 02. Jiutepec), Casandra Estefanía Estrella Morales (Distrito 03. Cuautla), Raymundo Jesús Nieto Tapia (Distrito 04. Jojutla) y Mary Kate Sánchez Martínez (Distrito 05. Yautepec) son los cinco legisladores infantiles, todos alumnos de quinto año de primaria, que representarán al estado en el Octavo Parlamento de las Niñas y los Niños de México 2011, a desarrollarse del 27 de noviembre al 3 de diciembre próximos, en la Ciudad de México, informó el consejero presidente del Consejo Local del IFE, Dagoberto Santos Trigo.
Merecido reconocimiento.- El profesor José Guadalupe Garfías Pérez, jefe del Sector Educativo Número 3 de la zona oriente, recibió por parte de las autoridades del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), un homenaje por sus 60 años de servicio a la niñez morelense. Felipe Sedano Reynoso, director general del IEBEM, anunció que la próxima escuela de nueva creación en la zona 64 de esa región, llevará el nombre de “José Guadalupe Garfías Pérez”.
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HASTA EL PROXIMO VIERNES