Por azares del destino llegué al restaurante de Harry Nielsen. Ahí platicaba con el abogado Juan Juárez Rivas sobre el inminente fracaso de la reforma laboral en Morelos, cuando se me acercó una señora que cubría su rostro con cubrebocas y careta y –como dice la canción- “su pelo ya pintaba algunas canas”.
“Usted no me conoce, pero yo leo sus columnas. Soy la arquitecta Laura Galván Aranda”, se presentó. Le dije que no tenía el gusto de conocerla pero que me dijera en qué podía ayudarla.
“Quiero ser candidata a presidenta municipal y creo que tengo el conocimiento necesario para hacer un buen papel. Estoy buscando que mi partido Morena respete la paridad de género y mande una candidata mujer ya que el actual alcalde es hombre”, contestó.
Me agradó su franqueza y le ofrecí publicar su semblanza. Le escribí mi número de teléfono celular en una servilleta. “Mándemela por Whatsapp”, le dije mientras le extendía la improvisada “tarjeta”.
“Mejor deme su correo electrónico”, dijo algo apenada por no estar al corriente en las nuevas tecnologías de la información.
Por su currículum supe que vive en Cuernavaca desde 1979, que es licenciada en arquitectura por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y que cuenta con una especialidad en Planeación Turística por el Instituto Politécnico Nacional.
Ha elaborado Proyectos urbano-ambientales desde hace más de 30 años entre los que destacan la elaboración de los siguientes Estudios y Proyectos:
El Impacto Urbano para los Centros de Readaptación Social en Guasave, Sin. Papantla, Ver. y Plan Maestro de Islas Marías, SSPF; Las Políticas para mejorar los espacios públicos del Centro Histórico de la Ciudad de Méx. G. D.F.; Ley de Ordenamiento Territorial y Asentamientos Humanos del Edo. de Mor.; Plan Maestro del Desarrollo Playacar, Playa del Carmen, Q.R.;Estudio para el Ordenamiento Territorial de Cancún-Tulúm; El Impacto Ambiental del Desarrollo Urbano del Valle de México, Programa de Naciones Unidas (PNUMA).
Fue supervisora técnica del Banco Mundial y del Fohapo para la Reconstrucción en la Ciudad de México después del sismo de 1985 y participó en la Reconstrucción de Vivienda en Nicaragua después de la Revolución por parte del Sistema Económico Latinoamericano.(SELA)
Ha sido asesora en materia de desarrollo urbano de grupos sociales en el Estado de Morelos desde hace 20 años de manera gratuita, e integrante del Consejo Consultivo de Desarrollo Urbano Sustentable del estado de Morelos.
En internet encontré que en 2010 ganó por concurso, la elaboración del Programa Parcial de Desarrollo Urbano de “Los Patios de la Estación”, cuyo objetivo fundamental era ordenar la colonia y llegar a regularizarla. Se trabajó durante cuatro años, lo que no se ha logrado, porque “el dictamen de congruencia” que debe ser dictado por las autoridades que han estado con problemas entre sí y este dictamen tiene que ser aceptado por el municipio y enviado al gobierno del estado para su aprobación y publicación en el Periódico Oficial del Estado de Morelos”. Hoy sabemos que la regularización de los patios de la estación comienza a ser una realidad, pero su autoría se la siguen disputando los tres niveles de gobierno.
Ayer, por intermediación de Isabel Gaytán conocí a Francisco Radilla Corona, un señor que también es fundador de Morena en Morelos. Ha ocupado algunos cargos en el municipio de Xochitepec, pero su principal mérito es formar parte de una organización denominada “Colectivo Cuernavaca”, fundada por el profesor Isaías Cano Morales.
Cuando me dijo el nombre de Isaías Cano Morales no necesité más referencias, pues lo conocí hace 30 años. El profesor fue ejemplo de honestidad, calidad humana y congruencia ideológica. Por eso fue expulsado del Partido de la Revolución Democrática (PRD) cuando se apoderó de ese instituto político Graco Ramírez y su hijastro.
Francisco Radilla Corona se acaba de registrar como aspirante a candidato a diputado federal por el primer Distrito, cargo que dejará (en un acto de congruencia y honorabilidad, pues todos andan buscando la reelección) Alejandro Mojica Toledo.
“No soy ingenuo, sé perfectamente que muchas de esas posiciones ya están dadas, pero no hay peor lucha que la que no se hace”, me dijo ayer.
Y cómo no, si esa posición es la misma que está buscando Debendranath Salazar Solorio, un personaje que no tiene otro mérito más que llevar los apellidos del ex director del Banco del Bienestar y actual subsecretario de Gobernación, Rabindranath.
Entonces me puse a reflexionar, ¿qué va a pasar con todos esos militantes de Morena que están dando la batalla para defender a su partido pero que no tienen dinero ni “palancas” para lograr una candidatura?
Me acordé de Javier Orihuela García, un hombre que como militante del Partido de la Revolución Democrática fue alcalde, diputado federal, es dueño de gasolineras y todavía viene a formarse nuevamente para ver qué le dan en el partido Morena.
Los fundadores de Morena ven impávidos cómo muchos personajes provenientes del PRI o de otros partidos de pronto renuncian a sus partidos y se afilian al de Regeneración Nacional para irse directamente como precandidatos a diputados locales, federales o alcaldías.
¿Y los morenistas de a pie qué?
Ellos, como la arquitecta Laura Galván, el señor Francisco Radilla y muchos otros más, están condenados a seguir siendo “carne de cañón” por un pequeño grupo de personas que acuerdan directamente con las cúpulas y obtienen beneficios.
Veremos en unos cuantos meses cómo Gerardo Albarrán, los Salazar, los Flores, los Barrera y los nuevos morenistas provenientes de otros institutos políticos estarán en las posiciones plurinominales que por ley le corresponden al partido, en tanto que los militantes “de a pie” seguirán esperando a que la Cuarta Transformación les haga justicia.
HASTA MAÑANA.