Denia Torres Rivera, secretaría general del Sindicato de Trabajadores del Poder Ejecutivo, Entidades Paraestatales y órganos constitucionales (STPEEPyOC), está recurriendo a todo tipo de “marrullerías” para mantenerse en el cargo a pesar de que el 31 de enero próximo deberá entregarle la estafeta a su sucesor o sucesora. Su justificación sigue siendo la pandemia del covid, por lo que está dispuesta a “sacrificarse” y quedarse en el puesto hasta que ya no haya peligro de contagio.
En marzo pasado publicamos en este mismo espacio que la actual mesa directiva pretendía llevar a cabo una asamblea que tenía como punto central la reforma de sus estatutos, misma que estaba programada para el tres de abril, pero no se llevó a cabo porque entró la prohibición de realizar actos masivos.
Nos filtraron el documento que pretendía presentar la dirigente como propuesta de reformas, y que en su artículo 13 contemplaba que “los integrantes del Comité Ejecutivo podrán participar en la siguiente elección con la planilla en funciones o con otra diversa, para ocupar el puesto u otro puesto en el Comité Ejecutivo entrante”, y en artículo 14 lo recalca al señalar que “el secretario general que haya desempeñado, cumplido o concluido el cargo encomendado, podrá participar en la siguiente elección con la planilla en funciones o con otra diversa para ocupar el puesto u otro puesto en el Comité Ejecutivo”.
Sin embargo, esa reforma de los estatutos no se pudo llevar a cabo por la contingencia sanitaria, cuando entramos al semáforo rojo y fue suspendida toda actividad. Aun así, la lideresa insistía en no convocar a elecciones (algo parecido a lo que hizo Christian Velasco en la Barra de Abogados) argumentando que no había condiciones.
Pero los trabajadores del gobierno insistieron en que sí se llevara a cabo la elección el 30 de noviembre, como lo marcan los estatutos. Pusieron como ejemplo el proceso electoral del Sindicato Mexicano de Electricistas, donde el pasado 10 de julio reeligieron a Martín Esparza para otro periodo que concluye el 2025.
Contra su voluntad, Denia Torres lanzó la convocatoria y se inscribieron cuatro planillas, pero sólo dos cumplieron con todos los requisitos. Se demostró que Jorge Iván Sánchez González, quien encabeza la planilla Plata, era empleado de confianza en 2016 y no trabajador de base como lo establecen los estatutos.
Ahora el problema es que Denia Torres se niega a hacer los trámites correspondientes ante la Secretaría de Administración para que se inicie el periodo de proselitismo. El pasado 5 de noviembre, delegados del sindicato le entregaron un oficio en el que le exigen convocar a una asamblea extraordinaria a fin de que se señalen las fechas de inicio y término del periodo de proselitismo, “en virtud de que a la fecha no hay pronunciamiento de su parte”.
Su respuesta fue a través de un audio de Whatsapp en el que reiteró que “la situación está complicada en cuanto al tema del covid, hay rebrotes y yo no voy a ser responsable de que el gremio se contagie y poner en riesgo la vida de los trabajadores y de sus familias”.
Agregó que las planillas participantes tienen la libertad absoluta de hacer proselitismo desde el día siguiente en que fue anunciado su registro sin necesidad de que la dirigencia se los autorice ya que los estatutos no establecen que el comité directivo les tenga que dar permiso para irse a campaña.
“Ante las autoridades pueden pedir su permiso y pueden irse desde el día de mañana a campaña (…) pero yo no voy a ser copartícipe de una situación cuando estamos a un punto de volver a un semáforo naranja y si la responsabilidad la asumen ustedes hagan su proselitismo”, se escucha en el audio.
Lo que dicen los trabajadores es que, efectivamente los estatutos no marcan que la dirigente tenga que emitir un documento marcando el periodo de proselitismo, pero tradicionalmente es el comité directivo el que le comunica a la parte patronal (secretaría de Administración) a fin de que se otorguen los permisos respectivos para ausentarse de sus centros de trabajo, pues tres faltas consecutivas son causa de baja.
De acuerdo a un sondeo realizado entre trabajadores de las instituciones que abarca este sindicato, quien tiene mayores posibilidades de levantarse con el triunfo es la Planilla Naranja que encabeza Santiago Muñoz y que ya en una ocasión estuvo muy cerca de convertirse en el dirigente de los burócratas en el 2014.
Quizás a ello se deba que tanto el Comité Directivo, como las planillas descalificadas, han comenzado una “guerra sucia” en su contra. Santiago Muñoz Nava se ha convertido en el candidato a vencer en la elección del próximo 30 de noviembre porque hoy encabeza las preferencias al interior de los centros de trabajo.
Pero también representa (tanto él como su equipo de trabajo) un peligro para sus antecesores, Daniel Hernán López Rodríguez (2012-2015) y Denia Torres Rivera.
En el caso del primero, tiene una denuncia en la Fiscalía Anticorrupción, dentro de la carpeta de investigación FECC/031/2019-3 que en cualquier momento puede ser judicializada.
Y por cuanto a Denia Torres, ella llegó al cargo todavía con la bendición del anterior secretario de Administración, Alberto Barona Lavín (hoy flamante notario), con la encomienda de garantizar que entrara alguien que no le provocara problemas en la recta final del sexenio de Graco Ramírez.
A la todavía secretaria general le preocupa que llegue alguien que no sea de su grupo a revisar sus cajones, por eso esgrime el argumento de la pandemia para no soltar “el hueso” y acusa a los delegados que piden su relevo de ser unos irresponsables.
Recordemos que la opacidad ha sido su sello característico del actual comité directivo del Sindicato, pues es el único sujeto obligado que en alrededor de 30 ocasiones ha contestado al Instituto Morelense de Información Pública y Estadística (IMIPE) con una declaratoria de inexistencia de información.
Esperemos que la secretaria de Administración, Mirna Zavala Zúñiga, emita un pronunciamiento con el que dé tranquilidad a las planillas que buscan hacer proselitismo con miras a las elecciones del próximo 30 de noviembre, pero temen que sea una trampa de la todavía dirigente sindical para permanecer en el cargo.
HASTA MAÑANA.