A raíz de que publicamos la lista de veracruzanos que laboran en la Comisión Estatal de Seguridad Pública, recibimos muchos correos electrónicos, pero no para desmentir lo publicado, sino para exigir que se ahonde en los antecedentes de cada quien, pues –aseguran- “los veracruzanos estamos juntos pero no revueltos, pues hasta en los perros hay razas”.
De ahí que debemos hacer la aclaración de que en la CES hay dos grupos de veracruzanos: los que pertenecen a la Secretaría de Marina y los que trabajaron en el gobierno de Javier Duarte. Nos pareció justa su petición, así que ahondamos en sus antecedentes.
Cuando el vicealmirante Antonio Ortíz Guarneros fue escogido para ser el jefe de la Policía en Morelos de una lista que le envió el Secretario de Marina al gobernador Cuauhtémoc Blanco, a los primeros que invitó a trabajar con él fue a sus compañeros de la Semar, los contralmirantes José Manuel Rodríguez Morales, Luis Enrique Barrios Ríos y el capitán Mario Isaac Vargas Santomé. Ninguno de los tres trabajó con Javier Duarte.
El contralmirante Rodríguez Morales es una persona muy preparada, ingeniero en Ciencias Navales, con Maestría en Seguridad Nacional, al igual que Barrios Ríos, pero para la operatividad requería a alguien con mayor vitalidad. Por eso pensó en apoyarse en Federico Rivas Valdés, un capitán de la Marina cuyo único defecto era haber trabajado directamente con Javier Duarte. Era su escolta personal y al final de su sexenio lo premió con una subsecretaría.
Fue así como se comenzaron a conformar dos grupos: el de los marinos y el de los duartistas.
A sus compañeros de Semar el vicealmirante los puso en áreas privilegiadas: a José Manuel en el Secretariado Ejecutivo y a Luis Enrique en la Academia de Estudios Superiores en Seguridad Pública, donde no se meten con ellos para nada. Mario Isaac es su secretario particular o director de Relaciones Públicas.
Rivas Valdés se trajo a todos los demás: Dino Rafael Gutiérrez Hernández como director general del Centro Estatal de Análisis de Información sobre Seguridad Pública; Merary Pimentel Laines, directora de Asuntos Internos; Alfonso Moreno Tacuba, director general de Unidades Especiales; Pedro Osorio Llamas, director de Tránsito Vial Estatal; Israel Ponce de León Bórquez, coordinador del Sistema Penitenciario, y Priscila Ramírez Plata, pariente de la esposa de Javier Duarte, quien inició en la CES y posteriormente fue reubicada en el Sistema Penitenciario, hasta que fue despedida por irregularidades administrativas.
En ese grupo, sin ningún cargo específico, venía Raúl Gómez Cruz, un polémico sujeto que tiene la habilidad de convencer a sus superiores de que tiene muchas virtudes. Se dice ingeniero egresado del Tec de Monterrey, piloto aviador, experto en intervenciones telefónicas y operaciones tácticas, pero no tiene documentos que lo avalen.
En Veracruz todos lo conocen como “El Trompudo”, vendedor de información al mejor postor con lo que consigue cobrar en diversas dependencias y corporaciones. Es el típico policía que pide “manga ancha” para trabajar y promete resultados aunque sus métodos no sean muy convincentes.
Una nota de la agencia SDP de Julio 27 de 2015, titulada “Analizan avances del Grupo de Coordinación Veracruz”, lo ubica como “encargado de la Dirección General del Centro Estatal de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4) de Veracruz”. En la foto aparece junto al secretario Bermudez Zurita y el famoso gobernador de Veracruz, hoy preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.
Otro medio de comunicación veracruzano (orizabaenred.com.mx) relata cuando fue detenido en 2005 a bordo de un vehículo Jetta con placas YBZ8263 con varias cajas de discos compactos “piratas”, credenciales falsas de diferentes corporaciones y radios portátiles de uso exclusivo de gobierno.
“Primero dijo ser un agente de seguridad nacional, amenazó a los policías estatales con despedirlos, ya que luego dijo ser jefe de escoltas del general Espiridión Mora Domínguez, ex coordinador regional de la Policía Estatal, lo que hizo dudar a los elementos de la SSP ya que uno de ellos lo reconoció como una persona que acude a cobrar su nómina cada quincena en Chapopote (delegación de la SSP en Coatzacoalcos), sin embargo, al insistirle que se identificara mostró una credencial oficial del C-4 Jalapa que lo identificaba como Raúl Gómez Cruz”.
En ese mismo medio de comunicación lo ligan al comandante Rafael Huerta Flores, quien tiene varias acusaciones por detenciones arbitrarias y abusos de autoridad.
Aseguran compañeros del famoso “piloto” que para quedarse con el cargo que hoy ostenta, tuvo que traicionar a Rivas Valdés, entregándole al comisionado pruebas de los malos manejos que estaba haciendo el subsecretario operativo con la ayuda de Priscila Ramírez.
Cuando “piloto” aceptó el cargo de director general de inteligencia policial, le pidió al vicealmirante que le brindara toda su confianza y que él le garantizaba lealtad al 100%, advirtiéndole que por su forma de trabajar seguramente le llegarían infinidad de quejas.
Y no mintió. A los pocos días comenzaron a llegar quejas en el sentido de que torturaba a los detenidos. Uno de esos casos fue el de los jóvenes acusados de haber robado el dinero del programa dirigido a los adultos mayores, en la Plaza de San Carlos, en Yautepec.
Luego comenzaron a aparecer mantas donde grupos de la delincuencia organizada exigían su salida por estar apoyando a grupos rivales. “Ya ve jefe, se lo dije”, le comentó al vicealmirante.
José Antonio Ortíz Guarneros es un hombre de buena fe, con un prestigio ganado a base de trabajo y estudio, pero nunca ha sido policía. No tiene malicia pues.
De eso se han aprovechado, primero Rivas Valdés y hoy Raúl Gómez Cruz.
Ya declaró que “mete las manos al fuego” por “piloto” y ahora tiene que sostenerse. ¿Quién meterá las manos al fuego por Ortíz Guarneros? ¿Cuánto tiempo más le aguantarán la falta de resultados?
HASTA MAÑANA.