Sin embargo, de manera extraoficial y de facto, desde el inicio de este sexenio opera una “Coordinación de Tránsito Vial del Estado que no figura en ninguna parte de la estructura de la Comisión Estatal de Seguridad (CES) que encabeza el vicealmirante Antonio Ortíz Guarneros.
Ya revisamos la Constitución local, la Ley del Sistema Integral de Seguridad Pública, el Reglamento de la CES y la Plataforma Nacional de Transparencia, y en ninguna parte aparece dicha corporación ni tampoco el nombramiento de quien se supone es su titular, el veracruzano Pedro Osorio Llamas.
El boletín 4600 de la Coordinación de Comunicación del Gobierno estatal, fechado el 10 de diciembre pasado, refiere que “el coordinador operativo de la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES), Capitán Carlos García Cruz, encabezó la Marcha Exploratoria y el Foro de Prevención en el municipio de Temixco, como parte de las acciones que se realizan para erradicar la violencia de género”
Y ahí se menciona a Anabel Banda Ruiz, titular del Centro Estatal de Prevención Social de la Violencia y Delincuencia con Participación Ciudadana; Merary Pimentel Lainez, directora de Asuntos Internos; y “Pedro Osorio Llamas, coordinador de Tránsito Vial del Estado”.
Las tres primeras personas mencionadas en el comunicado sí aparecen en el directorio de la CES (información pública de oficio), no así Pedro Osorio Llamas.
Si uno “googlea” ese nombre, aparecerá una nota del periódico veracruzano “Bajo Palabra” en la que se informa que taxistas protestaron afuera de la torre de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), a cargo de Arturo Bermúdez Zurita, para denunciar que autoridades de esta dependencia les prometieron concesiones a cambio de votos en la pasada elección, pero no cumplieron.
“Los integrantes de la Coalición de Organizaciones Independientes del Estado de Veracruz acusaron que el subdirector de Transporte, Pedro Osorio Llamas, les exigió que votaran a favor del candidato del PRI a la gubernatura de Veracruz, Héctor Yunes Landa”.
Efectivamente, el sedicente coordinador de Tránsito Vial (pleonasmo) de la CES, al igual que muchos de los directores, proviene del estado de Veracruz, y formó parte del gabinete del gobernador Javier Duarte, hoy preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.
Fuentes de la CES nos explican que existe el proyecto de revivir la Policía de Tránsito Estatal y que cuando se logre el director será Pedro Osorio. Sin embargo, en estos momentos no existe tal nombramiento.
Como ya es del dominio público, tras el cobarde asesinato del comandante David Juárez López, que fue nota a nivel nacional, los titulares del gobierno estatal y del municipal de Cuernavaca por fin accedieron a firmar el convenio de Mando Coordinado.
En ese documento se establece que, mancomunadamente o de común acuerdo, el comisionado estatal y el alcalde decidirán quién ocupará el cargo de secretario de Seguridad Pública de Cuernavaca y el director general de Tránsito.
Pero eso fue en el papel, porque en los hechos los firmantes se fueron de vacaciones y no verificaron el cumplimiento de lo estipulado.
Lo que ocurrió fue que el 15 de diciembre llegó otro veracruzano, Víctor Manuel Reyes Pozo, acompañado de un séquito de paisanos suyos a hacerse cargo de la Policía Vial de Cuernavaca por encomienda de vicealmirante Ortíz Guarneros.
Y de manera paralela, el coordinador de la “Policía de Tránsito Estatal” (así entre comillas porque no existe), Pedro Osorio Llamas, comenzó a operar en la capital del estado con un grupo de policías que él ha estado capacitando desde hace varios meses y que los tenía trabajando en los municipios donde sí aceptaron el Mando Coordinado desde el principio del sexenio.
A eso es a lo que se refería el alcalde Antonio Villalobos Adán cuando habló de que en Cuernavaca había una “Policía alterna”.
En términos prácticos, ahora el automovilista no sólo se tiene que cuidar del elemento municipal, sino también del estatal. Unos son morelenses, los otros son veracruzanos.
Y no es que uno pretenda ser xenofóbico o regionalista (lo dice un michoacano con 43 años de residencia en Morelos), el problema no es que sean de Veracruz o de Tijuana, sino que no conocen las calles que están cuidando. Cuando reportan por radio un auxilio en la colonia Santa Cruz no saben si correr al norte, al sur o al oriente, así que sólo se ponen a dar vueltas como moyotes.
Eso también ocasiona conflictos como el que se dio el pasado lunes durante la visita del presidente de la República a Anenecuilco. Cuando arreciaron los jaloneos entre la gente inconforme con la figura presidencial y policías vestidos de civil, un sujeto sacó una pistola para amenazar a un manifestante que lo insultó.
El hombre fue sometido y desarmado por los propios policías de la CES. Un arma a menos de 10 metros de donde pasaría el presidente de la República siempre es considerado un asunto de seguridad nacional. Para evitar mayores problemas, en cuanto comenzó a hacerse viral el video donde se ve la pistola, el comisionado Ortíz Guarneros tuvo que admitir que el sujeto era uno de sus elementos “que desobedeció las órdenes de acudir desarmado”.
¿Por qué los policías preventivos de Morelos no reconocieron a su “compañero” y no lo soltaron hasta que mostró un documento y llegaron sus compañeros a avalar que sí era policía estatal?
La respuesta es simple: Ortíz Guarneros tiene un grupo especial conformado por elementos de la Marina que reciben órdenes solamente de él. “Se cuecen aparte” pues.
El marino (que supuestamente sería sometido a un procedimiento en el departamento de Asuntos Internos), estaba demasiado atlético y su arma era muy nueva, nada que ver con los gorditos morelenses que portan armas viejas pero que en esta ocasión iban desarmados. Pero sobre todo, no supo controlarse a la hora de las mentadas de progenitora y puso en evidencia a toda la corporación.
Eso sucede cuando hay varias policías en una sola, o cuando hay elementos de primera y de segunda.
HASTA EL LUNES.