A medida que avanzaba la mañana se supo, primero, que en total eran seis personas asesinadas, que una de ellas era una bebé de dos meses, otra un niño de 13 y que siete más habían sido detenidas.
Alrededor de las 8:00 horas se supo que no se trató de un ataque de sicarios, sino de un operativo de la Policía Morelos. Al lugar de los hechos llegaron peritos de la Fiscalía General del Estado y trabajadores del Servicio Médico Forense.
Durante toda la mañana y parte de la tarde no existió versión oficial sobre los hechos.
Poco después de las 13:00 horas el gobierno del estado convocó a una conferencia de prensa que ofrecería el Comisionado Estatal de Seguridad, Alberto Capella Ibarra, en las instalaciones del C5 a las 14:00 horas.
El Comisionado informó que el operativo inició con la detención de José Manuel “N”, hijo de un hombre apodado “Crispín”, al que identificó como líder de una célula delictiva del Cártel Jalisco Nueva Generación.
“Aproximadamente a las 03:00 de la mañana del día de hoy (30 de noviembre) se logró el aseguramiento de José Manuel “N” primogénito del tipo apodado “El Crispín”, dicho sujeto fue detenido en un vehículo automotor de la marca Mazda, así como una arma de fuego calibre 9 milímetros y envoltorios que contenían vegetal verde con las características similares a la marihuana”, dijo Capella en conferencia de prensa.
El Comisionado agregó que durante el operativo, a través de una denuncia ciudadana, la Policía ubicó un domicilio en la calle Venustiano Carranza del municipio de Temixco, donde se encontraba una casa de seguridad en la que los policías supusieron se encontraban personas privadas de la libertad.
“Al arribar al sitio, se visualizó a unos sujetos, quienes al notar la presencia policiaca los recibieron con disparos de arma de fuego, fue en ese momento que los elementos de la CES aplicaron los protocolos establecidos para este tipo de situaciones, buscando en todo momento persuadirlos para su entrega voluntaria y evitar el enfrentamiento que lamentablemente se prolongó por horas”, dijo Capella en la conferencia de prensa en la que no se abrió una sesión de preguntas y respuestas.
Aunque el Comisionado Estatal de Seguridad y el comunicado oficial sobre los hechos indicaron que la casa en la que la familia fue masacrada se ubica en la Calle Venustiano Carranza, en realidad la vivienda está marcada con el 238 de la Calle Francisco I Madero.
Capella dijo que ante la agresión a balazos de los ocupantes de la casa, los policías también abrieron fuego.
“Un elemento policiaco, un compañero nuestro recibió un impacto de bala en el chaleco balístico y otro en el escudo de metal que se utiliza para intervenciones, por lo que se vieron obligados a repeler la agresión, detonando sus armas de fuego seis elementos policiacos”, expresó.
Los seis integrantes de la familia que murieron, agregó, quedaron atrapados en el fuego cruzado desatado entre los civiles y los policías.
“De este hecho, desafortunadamente de forma muy lamentable perdieron la vida presuntos familiares que se encontraban en el interior de este domicilio que quedaron atrapados en el fuego cruzado, cuatro mujeres, una menor de edad y un hombre, además resultaron lesionados dos menores de edad, de los cuales, afortunadamente, su salud se reporta como estable y fuera de peligro”, dijo.
Los policías que participaron en el operativo y dispararon sus armas de fuego, informó Capella, fueron puestos a disposición del Agente del Ministerio Público para que determine su situación jurídica y deslinde responsabilidades.
Con el paso de los días surgieron datos que contrastaban totalmente con la versión del hoy jefe de la Policía de Quintana Roo.
Por ejemplo, que José Manuel, a quien identifica como hijo de “Crispín”, no fue detenido a bordo de un automóvil, en posesión de un arma de fuego y droga, sino en su casa, mientras dormía.
En la puesta a disposición de los detenidos los policías indican que la madrugada del 30 de noviembre, mientras realizaban un operativo en el municipio de Temixco, elementos de la Comisión Estatal de Seguridad vieron a unas personas con armas de fuego que entraban en un domicilio al que los policías se meten porque encontraron las puertas abiertas.
Sin embargo la primera irregularidad es que de acuerdo con el peritaje, las cerraduras de la casa fueron forzadas.
Otro de los hechos que contradice la versión del comisionado estatal de seguridad, Alberto Capella es que los detenidos en el operativo policiaco no dispararon armas de fuego, de acuerdo con las pruebas de rodizonato de sodio.
Además en la escena alterada fueron encontradas dos pistolas, una calibre 9 milímetros y otra calibre 38 súper.
Ninguno de los casquillos percutidos encontrados en la escena corresponde con la pistola 9 milímetros que presuntamente tenía en posesión una de las mujeres asesinadas en el operativo.
Luego de que el Fiscal Javier Pérez Durón ofreciera la conferencia de prensa para asegurar que las seis víctimas murieron en medio del fuego cruzado, fue filtrada una docena de fotografías de la escena del crimen.
En las imágenes se observan los cuerpos ensangrentados de cuatro de las víctimas tirados en el piso del baño de la casa, junto al excusado.
En la imagen se pueden apreciar los cuerpos de las mujeres de 27, 40 y 22 años y el del niño de 13, todos en el muro contrario a la puerta de acceso al baño. A unos metros de la puerta de aluminio del baño se observa el cuerpo de la bebé de dos meses de edad, sobre una cobija y vestida con un mameluco de color naranja.
Las fotografías echaron por tierra la versión de Capella de que los hoy occisos quedaron en medio del fuego cruzado. En realidad, los policías entraron y arremetieron con todo lo que encontraron a su paso.
Las mujeres se habían resguardado en un baño con los niños, hasta donde llegaron los policías a rafaguearlos.
HASTA MAÑANA.