Así que entre mis primas, tía, hermanas, mi mamá y yo le pusimos su primera ofrenda de muerto, y no es por nada pero nos quedó hermosa!
Es todavía para mí increíble como un episodio tan doloroso pudo unir aún "más" a mi familia. Todos los días me despierto pensando como en ese nuevo día que me regala Dios, puedo honrar la memoria de mi padre.
Mis primas llegaron con veladoras, copal y flores. Nosotras, o sea mis hermanas, mamá y yo ya teníamos listas las viandas que volvían loco a mi papá, era amante del buen comer! Según nuestros antepasados, el alimento ofrendado es para mantenerles la energía que necesitarán durante su trayecto al más allá. También pusimos fotografías y algunos de sus objetos personales. Naturalmente su balón de fútbol no podía faltar, todos los viernes organizaba una "cascarita" con sus amigos. Nuestra ofrenda fue preparada con gran respeto para recordarlo.
Viento.- En indispensable el copal y el incienso por la creencia de que el humo se esparce por el aire, marcando “caminos” para los difuntos
Agua.- Puesta en una jarra o en un recipiente, las almas calman su sed con agua fresca después de un largo viaje que los transporta hasta su altar.
Fuego.- Las velas se encienden para que las almas sean recordadas. Por lo general son colocadas cuatro cirios o veladores que representan los cuatro puntos cardinales para orientar a los espíritus durante su viaje.
Flores de Cempasúchil.- Esta flor tradicional color amarillo se da en temporada y tiene un olor particular que remite al día de los muertos. Se acostumbra esparcir sus pétalos en la puerta de la casa y alrededor de la ofrenda para orientar el alma del difunto
Calaveras de dulce.- Elaboradas en diferentes tamaños se preparan disolviendo el azúcar en agua hasta obtener un jarabe muy espeso que se vierte en los moldes. Cuando el azúcar se seca, la masa es decorada, coloreada y recortada con papel brillante.
Objetos y recuerdos que hayan pertenecido al difunto, tales como artículos personales, fotografías, y herramientas de trabajo que hagan sentir más cómodo al difunto en su regreso a casa.
Platillos típicos, representados por las características de la región, destacan lo mejor de la cocina mexicana, tal como el mole, frijol, tortillas, chocolate, pozole, café, guajolote y otros dulces típicos.
Lo que más me gusta son las calaveras de dulce, de amaranto, chocolate y como buena seguidora de los carbohidratos el pan de muerto, que ricura :)
Es una experiencia totalmente mística pensar que las almas de los seres queridos regresan a compartir los alimentos que les ofrecemos con tanto cariño. Entonces vivos y muertos nos reunimos nuevamente!!! De mi cuenta corre que esta bella tradición mexicana y milenaria en la que la muerte toma a la vez un sentido solemne, religioso y festivo, permanecerá en mi familia por generaciones.
Un momento delicioso fue cuando terminamos de poner la ofrenda y nos sentamos a la mesa a tomar chocolate y un pedazo de ese pan de muerto que me deja sin aliento, literal me deja muerta! Y obvio que estuvimos recordando a mi papá con sus anécdotas más divertidas o las más representativas de su persona... Claro también salió a relucir las manifestaciones que hemos sentido después de su partida. Habrá gente que no cree, pero yo les puedo decir que él no se ha ido del todo. Y es que dicen por ahí que nuestros difuntos pasan por diversas pruebas que encontrarán en los diferentes niveles del inframundo, para finalmente llegar al lugar de su eterno reposo.
Mi madre toda la vida ha puesto ofrenda en la casa para su mamá y otros muertitos, pero este año es la primera vez que todas sus hijas participamos en la puesta de la ofrenda por la muerte de mi padre. Les confieso algo, pensé que pondríamos la ofrenda en silencio y con una enorme tristeza, ¡pero no fue así! La ofrecimos con tanto amor que éste no nos permitió mirar atrás. Porque la idea es ser mejores personas para que él y donde se encuentre nos vea felices, triunfadoras y valientes. Recuerdo que no le gustaba verme llorar y no porque fuera empático con mi dolor, sino porque no soportaba verme débil. Cuando siento que voy a bajar la cabeza recuerdo lo anterior y entonces levanto la barbilla y sigo adelante con valor.
Y como esta experiencia de poner una ofrenda haré todas las acciones que me unan más a mis tradiciones y costumbres pero sobre todo a TI papá. ¡Te amo!
Mientras haya vida, a seguir burlándonos de la muerte que es lo que nos queda mientras sigamos gozando de salud...
¡Hasta la próxima!