Mi amiga a la que por obvias razones llamare Despistada vive la vida sin miedo, bueno hasta hace poco que el destino le puso un alto forzado.
Vivió años probando hombres a ver cuál era el bueno, varios citas con diferentes hombres en una misma semana. Caray que envidia sentía a veces. Y cuando por fin pensó que había encontrado al bueno se despidió de todos los anteriores. Y se dedicó a su príncipe en cuerpo y alma, hasta que éste le pago mal. Decidió dejarlo, alejarse porque finalmente era tóxico. Y cuando había pasado el tiempo suficiente para olvidar, ¡zas! Descubrió algo terrible que le cimbró el alma. Descubrió que tenía una penosa enfermedad venérea. Sí, sí ocurre!
Su doctor le dijo que tenía que notificarle a su pareja o parejas ¡ups! O sea la angustia de la enfermedad y ahora la vergüenza de informar a sus ex parejas de su enfermedad venérea! Fue too much para ella, quien desconsolada llegó a mi casa. Me asusté igual o más que ella cuando me enteré de tal noticia. Pero fue peor redactar el mensaje para todos esos hombres con los que tuvo que ver en al menos los últimos ocho meses. Qué pena pasar por esto pensé! Creo que será mejor les marques por teléfono a cada uno para informales la situación ya que es delicada y no creo que un mail sea lo más adecuado, le expliqué, juro que jamás había tenido ese color blanco fantasma, ella siempre había lucido bronceada, pero era tal su angustia que lucía como de otra dimensión!
Empezó por marcarle al último. De verdad que ése no valía la pena! Imagínense que creyó que era una mentira para regresar con él! En qué cabeza cabe que alguien podría inventar tal cosa para atraer a una persona!!! Qué estupidez! Bueno fue enterado y si no lo quiso creer pues... Y así nos seguimos con la lista del último al primero. Algunos dieron las gracias, otros la insultaron, otros se quedaron mudos, en fin un mundo de emociones en unas horas.
Cuando terminó se sentó, se llevó las manos a la cara y al tiempo que dijo no quiero morir, lloró toda la noche! Recuerdan que alguna vez la envidie? pues ahora no! En ese momento sentí alivio de la vida tan tranquila que llevo siendo monógama.
Al otro día tenía su primer tratamiento en el consultorio del ginecólogo, quien le explicó que le llevaría meses quitarse tal enfermedad. La buena noticia es que existía la certeza que se curaría! Sólo era cuestión de tiempo y cumplir cabalmente las instrucciones del doctor, quien en repetidas ocasiones preguntó por el novio y por el tratamiento que le habían dado a él, mi amiga y yo sólo le contestamos todo bien, él tiene su doctor y todo bien. Cuando en realidad no sabíamos siquiera si se había ido a revisar, pero era adulto y confiamos en que cabría la sensatez en él y que lo haría como todos a los que les habíamos marcado esa noche.
Acompañe a Despistada en todo su tratamiento. Poco a poco fue recuperando su color bronceado y lo más i n c r e í b l e no había tenido ni una cita en meses!
No hay mal que por bien o venga. Aprendió a estar sola con ella misma, leyó más que nunca sobre diferentes temas, ¡ascendió en su trabajo! Bueno le fue mejor que nunca. No tenía distracciones con pantalones. Y descubrió que podía triunfar en todo lo que se propusiera. Esto sin duda le dio la seguridad en ella misma que ningún hombre había logrado!
Y lo que yo aprendí es que la vida te dice cuando debes de parar si andas en malos pasos, y es tu decisión dejar que la alerta amarilla pase a alerta roja!
Despistada ahora vive más conscientemente, se divierte pero con responsabilidad. Es decir siempre se protege si va a tener relaciones sexuales, y está buscando su estabilidad emocional. Sabe que tener citas con hombres no es lo más importante y que tampoco es sano, el consejo que trae en la punta de la lengua es: "usen el condón si es que valoran su vida". Aprendamos de lo que vemos para que no nos toque vivirlo!
Hasta la próxima.