Este comparativo de una mujer con una revista hojeada me hace mucho ruido, primero ¿por qué compararnos con algo material? Y segundo, todos somos libres de vivir nuestras vidas como mejor nos plazca, y el mundo no tiene porque juzgar. Nadie somos una blanca paloma. Yo no estoy a favor, ni en contra de esas mujeres, más bien les tengo consideración porque son mujeres que no saben qué quieren. Creen que así llenan vacíos, cuando en realidad van cayendo en un pozo de soledad sin fondo. Acumular cuerpos empobrece el alma.
Yo sé que en el camino a la felicidad hay que "conocer" a varios para poder decir éste, éste es el que quiero para toda la vida. Pero una cosa es conocer y otra tener intimidad con ellos, entre una y otra cosa existe un abismo de diferencia. Aclaro que no soy santa, he metido la pata en este camino, pero hoy por hoy sé que las relaciones sexuales no son juego. Cuando llegas a este punto con tu pareja es porque en realidad existe "amor y deseo", esa combinación es bestial, ¡puedes ver las estrellas! En cambio cuando sólo es deseo, pues como que al otro día cuando lo recuerdas no te dice, no te significa nada. Es mil veces mejor despertar consciente de que te entregaste en cuerpo y alma y amanecer con ese brillo en los ojos que te hace ver hermosa y ese color en las mejillas que te delata ¡eres feliz!
Eso pasa cuando los cuerpos hacen comunión, son una sola carne, un solo ser. Se comparte mucho más que sudor y saliva, se comparten células, se comparte el alma.
Qué pasa cuando tienes muchas parejas, no vayamos tan lejos; dos al mismo tiempo obvio no sabes qué sientes por uno y por el otro, no sabes a quién amas, ¿por qué? pues porque llevas parte de los dos en ti y viceversa. Y la neta no está padre andar encontrando partes de ti en todos los hombres que vayas encontrando en el camino.
Cuando me encuentro con parejas de abuelitos en la calle me lleno de emoción hasta la lágrima. ¡Eso quiero! Encontrar ese amor incondicional. Ese hombre que me dedique su vida, que me ame y me respete hasta que lleguemos a las canas. Eso quiero. Y porque por lo que se ama se lucha hasta la muerte, pues por eso sigo aquí, luchando y creyendo en el amor porque estoy segura que merezco ese hombre. Porque lo decreto en este momento, porque va a suceder en esta vida y no en otra.
Un anillo de compromiso, un vestido blanco y una gran recepción no están en mis anhelos. Mi sueño es vivir con el hombre que ame, así sin ataduras, quiero que esté a mi lado sorteando la vida porque así lo desea y no por un anillo o un compromiso ante la sociedad, quiero que ese compromiso sea conmigo, que sea un compromiso mutuo y renovarlo año con año para que no se nos olvide el porque estamos juntos. Renovar nuestro compromiso con votos de amor. Las palabras tienen un gran poder. Te amo y perdón son palabras súper poderosas que son capaces de salvar graves situaciones. Las uso mucho, a diario. Amo tantas cosas, las flores, el sol, la lluvia, a mis mascotas, a mi familia, a ustedes. Y la riego mucho, mucho, así que la palabra perdón mínimo una vez al día la digo de corazón. Me he encontrado con personas que cambian la palabra perdón por disculpas, no sé, a mí me gusta más "perdón", su fuerza y resultado es maravilloso. A veces el orgullo y la soberbia no la dejan salir, pero una vez que la dices, una vez y conoces de su poder y te tragaste el orgullo y la soberbia, pues ya es más fácil. Bueno así las cosas, creo que empecé hablando de una cosa y termine con otra. Y ya me voy porque ya me dio hambre...