Apenas transcurrieron unos meses, cuando mi amiga y su novio empezaron a sufrir ataques en la calle.
Un día iban en el auto de él, cuando notaron que un auto los seguía. Entonces, aceleraron y trataron de perder al auto que los acosaba y lo lograron con éxito. Desde ese día este suceso se repetía cuando menos tres veces a la semana, fuera ella con el instructor o no. Hubo una ocasión en la que casi lo alcanzan... Qué hubiera pasado si así hubiera ocurrido...
Estos sucesos lógicamente alteraron los nervios de mi amiga, no teníamos ni la menor idea de dónde o de quién venían.
En otro caso extraño, un día la mamá de mi amiga habla con ella y le hace saber que alguien de mucha confianza, le dijo que su novio era una mala persona que la llevaría a una vida de perdición y de horror, ya que se trataba de una persona dedicada a la trata de personas. Lógicamente, ella –enamorada- no creyó una sola palabra de su madre y continúo su romance. En otra ocasión, un policía nervioso llegó hasta su auto, ella iba saliendo precisamente del gym, para decirle que se alejara de ese hombre, su novio, porque tenía deudas pendientes con la justicia y que ella se veía buena persona, que mejor se alejara de él, no la fuera a meter en un problema. Por un segundo hicieron dudar a mi amiga de su novio, pero si era verdad lo que decían ¿por qué vivía donde vivía? ¿por qué conducía un auto que daba pena? Había cosas que no encajaban. Continúo su relación con muchas precauciones porque las percusiones continuaban.
Una noche cuando ella iba llegando a la casa de su novio, le robaron el auto.
Ella llegó como de costumbre a las siete de la tarde noche. Se bajó y enseguida se le acercaron dos jóvenes con un arma y le pidieron las llaves del auto. Ella se resistió hasta donde pudo porque cuando su novio escuchó los gritos, salió corriendo y cuando vio el hecho, le gritó: “dales las llaves”. Ella obedeció, se las dio a uno de los asaltantes y ellos huyeron con rumbo desconocido. Mi amiga no podía creer lo que había ocurrido, estaba en shock.
Al otro día muy temprano fue a denunciar el asalto. En su casa empezaron a intrigar, dando a entender que quizá el instructor había tenido que ver con el robo. Ella ignoraba los comentarios mal intencionados de su familia. Transcurrió tan solo un par de meses, cuando sonó el teléfono de la casa de mi amiga, era la policía para informar que el auto había sido encontrado. Los tipos que lo traían, estaban asaltando una casa habitación pero fueron sorprendidos y capturados, y se dieron cuenta que el auto que llevaban tenía reporte de robo y era el de mi amiga. Recuperó el auto.
Las persecuciones continuaban y ni ella ni su novio tenían descanso. Se imaginaban que todo venía de una persona cercana a ella y que lo hacían para separarlos ¿era para tanto?, ¿era un crimen no tener dinero?
Continuaron su relación, tuvieron unas semanas en las cuales tuvieron cero persecuciones, así que bajaron la guardia.
Una noche cuando iban saliendo del cine, notaron que un auto los seguía. El instructor trató de perder el auto, pero esta vez no tuvieron éxito. El auto extraño se les cerró y se bajaron del auto cinco sujetos, quienes empezaron golpear al novio de mi amiga y a ella la agarraron entre dos, planeaban violarla, cuando milagrosamente llegó una patrulla. Los maleantes se subieron a su auto y huyeron, la patrulla se fue tras ellos y un oficial se quedó a brindar ayuda a mi amiga y a su novio. Llegó una ambulancia y los revisaron. Afortunadamente, él sólo tenía golpes y bueno ella salió ilesa. Y gracias a Dios la patrulla logró alcanzar a los maleantes, así que mi amiga tuvo que ir a declarar y reconocer a los tipos. Los identificó plenamente junto con su novio, cuando ya se iban, uno de los malhechores pidió hablar con mi amiga. Ella accedió.
Le dijo muy claramente que se cuidara de su hermana ¨N¨, ya que era ella quien les había pagado para robarle el auto y para plantarle droga a su novio y mandarlo al hospital. “Ella dice que todo es por su bien porque la quiere y que ese tipo no le conviene. Pero sinceramente yo creo que a quien odia es a usted, así que ahora ya sabe de quién cuidarse, buena suerte”, dijo y se despidió. Mi amiga estaba helada con la declaración del asaltante. Ella y su novio se fueron a vivir a otra ciudad, huyeron ese mismo día de esa mujer que fatalmente era su sangre, sin decirle nada a nadie, ni a sus padres. Yo sigo en contacto con ella y está muy bien y es feliz con ese hombre y lo más importante lleva una vida tranquila sin hacerle daño a nadie, pero lamentablemente lejos de su familia, pero lo prefiere antes que regresar a esa locura.
¿Qué historia verdad? Me pregunto hasta qué punto la familia o los que dicen que te aman tienen derecho a meterse contigo y en tus decisiones de vida... ¡Ninguno!
¡Hasta la próxima!