La tomé con mi mano y la acerqué a mi boca ansiosa por probarla, la pensé crujiente, dulce y jugosa… (música de suspenso por favor ) o decepción! La manzana estaba bofa, simple y café por dentro.

Cuantas veces no nos ha pasado lo mismo con amigos, con la pareja e incluso con la familia… nos han decepcionado. Nos creamos expectativas de las personas y esperemos más de lo que nos pueden dar, por eso no hay que esperar nada de nadie que no seamos nosotros mismos; y aun así alguna que otra vez nos hemos defraudado a nosotros mismos.

Cuando nos decepcionan el sentimiento que se experimenta es inaudito, nos rompen el corazón; nos hunden en confusión de sentimientos. El tiempo nos ayuda a sacar esta desilusión ¿pero cómo hacerlo rápido, sin que duela y que quede atrás, que quede en el pasado, y sin cicatrices?

La decepción causa dolor emocional y físico: Dolores de cabeza, de estómago, cansancio e incluso sequedad en la boca.

Yo ahora mismo me siento así; marcadamente decepcionada, por lo que me pondré a trabajar en darle la vuelta ya, y juro no volver a esperar nada de nadie.

Llorar hasta que se nos sequen los ojos es una opción que a mí me funciona, después de llorar por un par de horas o días, paso al coraje y no sólo contra la otra persona, es coraje a mí misma; por ser tan tonta, debería estar decepcionada de mí, por permitirle a otra persona ser más importante que yo misma. La parte buena es que esa persona ya no me decepcionara de nuevo porque quedara fuera de mi presente y aun mejor de mi futuro y ya no me hará perder mi valioso tiempo.

Ahora mismo está decepción que me tiró en tristeza, ahora me ha puesto muy activa en realizar varios proyectos que tenía en mente tiempo atrás; como la remodelación de mi habitación y de ahí me seguiré al resto de mi casa! Estoy súper emocionada con este proyecto, gracias a ese ser decepcionante; te dejo un saludo ;) soy otra desde tu traición.

Todos somos humanos y cometemos errores, lo imperdonable es que hagas de la mentira un estilo de vida. Nacimos con libre albedrío. Libertad de escoger en ser un imbécil o no, libertad al elegir ser honesto o deshonesto, elegir en ser un cobarde o un ser valiente, etcétera, pobres de aquellos que han elegido mal.

Lo mejor es llorar y sacar ese coraje, ese rencor hasta aterrizar ese sentimiento y no aplicar la venganza o cualquier otra acción que nos hace igual o peor que la persona que nos decepciono.

Al menos a mí esta experiencia me ayudó a poner en marcha mis proyectos, le di un giro a mi mente; lo ideal sería que se generará un cambio también en la otra persona. Pero bueno eso es asunto suyo; afortunadamente esa persona ya no estará en mi futuro y si cambia o no ya no me afectara NUNCA.

Hasta la próxima.

I Love Negrito.