“Te amo más que a mí misma” es una frase que solía “usar” en mi ex relación tóxica. Al día de hoy que estoy más “pa’ca que pa’lla”, me digo a mí misma ¡loca! por decir lo menos. O sea, dónde tenía la cabeza, mi conciencia; porque yo soltaba la frasecita del corazón, en realidad lo sentía ¡así! No era un show dramático, era neta, así lo sentía.
Ahora que pasaron los meses y por fin puedo decir que estoy libre de esa relación destructiva, me aplaudo el reconocer que estaba mal! Porque antes que amar a alguien, me tengo que amar a mí más que a nadie! Bueno hasta he bajado de peso, porque el estrés que me causa esa relación, me hacia comer más carbohidratos de lo debido, mala cosa. Me refugiaba en la comida para consentirme, para según yo darme amor, triste verdad?
Tenía miedo, pavor a estar SOLA, tanto que aguante maltrato psicológico por muchos años. Hoy lo digo con gusto “mejor sola que mal acompañada”. Ahora disfruto estar conmigo misma, disfruto el tiempo que tengo libre y me lo dedico; hago lo que realmente me gusta y no lo que a mi ex pareja le gustaba.
Era una mujer que ama mucho pero… mal. El amor sano no tiene nada que ver con lo que era mi relación. Para amar de verdad; sanamente, debemos ser seres libres e independientes. Es aceptar al otro tal cual es, y que ése otro nos ame así como somos, debe ser una relación donde no tengamos la sensación de vacíos. El amor en su verdadera esencia no es aquel que viene a desequilibrarnos la vida y que nos tenga en constantemente sube y baja… en una rueda de la fortuna. En una relación sana, existe, prevalece la paz y la serenidad, seguridad, equilibrio…
Y es que aprender a amar sin apegos, sin dependencia es algo complejo pero sanador. Amar sin apegos es entender que esa persona no te pertenece, amar sin apegos es entender que eres feliz por lo que tú eres, es poder estar sin esa persona y sentir que no te mueres en vida, porque aun sabiendo que no está, podemos continuar VIVIENDO.
En el amor ser tan entregado ¡NO sirve! En cambio si te amas a ti misma sin límites, ahí SÍ sirve! Porque contigo vas a estar hasta el último día de tu vida, porque tú debes ser tu persona favorita, nadie más… Mientras tú seas feliz con tu vida: familia, amigos, trabajo, mascotas, hobbies… la vida sigue con la pareja o sin ella.
Un amor sin apegos dice mi psicóloga, es un amor que prevalece por muchos años, porque no hubo sufrimiento, porque fue amor y no miedo (como yo y mi miedo a estar sola)
Y sé que este sermón se los he dado en otros domingos, casi como misa, pero lo hago y lo seguiré haciendo hasta que vea que ya no hay mujeres, hombres por ahí sufriendo de co-dependencia…
La mujer, el hombre que ama demasiado sufre, no disfruta, porque se la vive pendiente de las necesidades del otro olvidándose de las propias. Entonces; ama pero mesuradamente y con tus reservas; ama pero no te encadenes ni encadenes; ama pero no idealices, ama pero apegado a la realidad, no te aferres; ama sin sufrimiento, ama sin adicciones, ama sin obsesión…
Hasta la próxima.
I love <3