A lo largo y ancho del estado, todos los días hay una calle, una escuela o una carretera cerrada por los vecinos que reclaman lo mismo por obras públicos que por la interrupción de algún servicio o por la creciente inseguridad.
Y como se ha dicho aquí hasta el cansancio, el origen de la mayor parte de los reclamos tiene que ver con que el presupuesto que debería haberse destinado a arreglar los problemas simplemente no existe.
Al mismo tiempo, cualquier ciudadano puede darse cuenta de la ostentación de riqueza que hacen lo mismo la familia imperial que gobierna Morelos que todos sus amigos.
Así, resulta fácil dilucidar cuál es la fuente de los conflictos de la entidad.