Los familiares del deportista asesinado el sábado anterior en Tlaltenango quieren hacer frente a esa indiferencia oficial y han anunciado que realizarán una marcha contra la violencia, pero que se realizará en la Ciudad de México, dada la efectividad de las marchas anteriores.
Los funcionarios de primer nivel ofrecen explicaciones que rozan él ridículo para tratar de revertir las críticas, pero no se realizan acciones efectivas que justifiquen el enorme gasto en seguridad.