Como ya se ha señalado, todo indica que la corrupción del grupo gobernante es la causa de todos los conflictos, pues dejó sin recursos presupuestales a la entidad.
A eso se le debe sumar la falta de talento para enfrentar -y resolver- los problemas que surgen por todos lados.
Los grupos sociales que se sienten agraviados terminan por ligar sus reclamos a cuestiones de falta recursos, pero a grados extremos. Apenas ayer se difundió que, conforme a datos oficiales, el dinero que el gobierno federal envía a Morelos para la compra de condones no se ejerció, pero nadie sabe dónde está ese dinero.
Mientras, en el Poder Legislativo comienza a extenderse la postura de exigir al gobernador Graco Ramírez que comience a actuar para resolver los problemas de la entidad. Curiosamente, la mayor parte se arregla con el simple uso del dinero ya presupuestado que nadie sabe dónde se encuentra. Pero el Ejecutivo hace oídos sordos, mientras el clima social nos acerca peligrosamente a la ingobernabilidad.
Por lo menos eso comienzan a creer los legisladores.