El brutal asesinato de una mujer apenas el pasado martes recordó de una manera dramática que las autoridades no han implementado las medidas necesarias para combatir ese terrible fenómeno.
La omisión en el desempeño del deber es un delito pero hasta la fecha no vemos que se investigue siquiera a los responsables de activar todas las medidas contempladas en el mecanismo denominado alerta de género, que para colmo viene desde el gobierno federal.
Es hora de pedir cuentas antes de que el trágico recuento continúe.