Es más que probable que a los partidos políticos con registro en Morelos les sea indiferente el llamado a gastar solo la mitad de lo presupuestado para las campañas de 2021 y entregar el resto para destinarlo a otras áreas, esas sí vitales para la sociedad morelense.
La medida -de acatamiento incierto o improbable- es más necesaria que unca, cuando las acciones sanitarias para combatir el covid 19 han acabado con los recursos públicos y se proyecta un enorme déficit fiscal para el 221.
Los partidos políticos se mueven al margen del sentir de la sociedad. Hibernan dos años y al tercero vuelven a surgir para buscar posiciones que les permitan seguir financiados, pero carecen del compromiso de aportar algo a la sociedad que los mantiene.
Ni las candidaturas ciudadanas han podido cambiar esa situación, pero no puede dejarse a un lado el optimismo y la esperanza de que al final haya solidaridad hacia los votantes.