Al hablar del proceso de reapertura económica de su sector, el presidente de la Asociación de Parques Acuáticos y Balnearios (Apabam), Mario García Ordoñez, admitió que una parte importante de sus afiliados no estaba preparada para el regreso, que las autoridades autorizaron a partir del pasado día 15.
Lo anterior muestra una cara más del inédito problema causado por la pandemia de covid-19: el confinamiento ha sido tan prolongado que -a pesar de su evidente interés- los propietarios de negocios han terminado por acostumbrarse a la parálisis.
Ese es el mayor de los peligros, decidir esperar a que el riesgo de contagio desaparezca en su totalidad y mientras tanto ser espectadores pasivos, en lugar de asumir que lo que se vive ya es la realidad que nos acompañará por un tiempo indefinido que los expertos calculan no será menor a un año.
Ojalá los reflejos de todo el empresariado mejoren y las oportunidades -pocas o muchas- que se den para propiciar la reactivación económica sean aprovechadas a tiempo.