Finalmente los profesores jubilados -al menos la parte más intransigente- lograron su extraña demanda de cobrar prestaciones pendientes de manera presencial y no a través de trasferencia bancaria.
Ahora habrá aglomeraciones en numerosos puntos de la entidad y estará latente el riesgo de contagios masivos.
Resulta extraño que quienes se dedicaron a formar a los actuales ciudadanos el país y a inculcarles valores cívicos hoy actúen de una manera tan extraña y a pesar de que son parte de la población vulnerable al covid 19 se expongan al contagio cuando podría usar los métodos modernos de cobro.
Quizá la presión de sus líderes, que al perder las citas en los que sus representados se congregaban periódicamente, hizo que se desatara el movimiento radical que hace unos días afectó gravemente a Cuernavaca.
Habrá que esperar a que la historia verdadera salga a la luz.