Aunque ya se hacen preparativos para el peor de los escenarios (el regreso al confinamiento) los ciudadanos debemos poner todo de nuestra parte para evitar un retroceso tan drástico y dañino para la economía.
El uso del cubrebocas no puede ser impuesto pero es necesario que se acate, ya que es el método más eficaz según la ciencia para prevenir los contagios.
Los ciudadanos que sí tienen la educación necesaria para entender que debe ser usado tienen que formar parte de una cruzada educativa y de concientización para que los renuentes acepten cuidar a los demás.
El precio que pagaríamos por volver al semáforo rojo es muy alto en empleos e ingresos, por lo que no debemos permitirnos tal derrota, porque eso será, una derrota para la sociedad morelense.