La obligatoriedad del uso del tapabocas en cualquier espacio público, ya sea al aire libre o bajo techo, es muy necesaria para evitar contagios de covid-19, sobre todo ahora que la Organización Mundial de la Salud ha reconocido el elevado riesgo de contraer esa enfermedad por la vía aérea en espacios cerrados.
Una parte de la población -especialmente jóvenes- carece del civismo necesario para utilizar el tapabocas, por lo que será necesario usar métodos coercitivos para que no hagan peligrar a las personas vulnerables al coronavirus.
Las molestias de la nueva enfermedad pasan de largo en un porcentaje importante de la población, por lo que muchos no temen al contagio, sin aceptar que aun sin molestias se convierten en propagadores del virus.
Es triste tener que obligar a la gente a usar algo que es para su protección y la de sus seres queridos, pero sino queda otro recurso debe hacerse, para evitar más muertes inútiles.