La emergencia sanitaria provocada por el covid-19 ha echado a la basura el esquema de rescate financiero por el que tanto ha trabajado la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
Las medidas urgentes para combatir la enfermedad se han quedado con los recursos destinados a once universidades que enfrentan pesados déficits que los tienen al borde de crisis permanente.
Sin embargo, parece haber una pequeña luz al final del túnel, que consiste en la reactivación de un apartado financiero que puede financiar varios conceptos que las universidades afectadas ya ni puede asumir, como las pensiones y jubilaciones.
Para lograrlo se requiere convencer al Congreso federal, a fin de que lleva a cabo las aprobaciones necesarias.
Nunca como ahora los diputados federales que representan a Morelos pueden ser tan necesarios.
Para esto muchos de ellos deben modificar sus actuales conductas, que los han exhibido a nivel nacional como faltistas e irresponsables.
No deben olvidar que el siguiente proceso electoral está a la vuelta de la esquina y que -aunque tienen posibilidad de reelegirse y todas las ventajas para lograrlo- el electorado ha demostrado tener memoria y puede cobrar caras las ofensas.