Los profesores jubilados afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) no son un problema menor porque hay once mil de ellos en Morelos.
La autoridad educativa y el sindicato que los representa pactaron el pago de una prestación por medios electrónicos ante la contingencia sanitaria que vivimos, pero no es entendible el rechazo a esa modalidad.
La ignorancia sobre los modernos métodos electrónicos de pago podría ser una causa, pero debe haber otros mecanismos para oponerse tan rotundamente y reclamar el pago con el arcaico método anterior (por medio de cheques) a pesar de que representa un enorme esfuerzo, pero sobre todo un peligro de salud que le puede costar la vida a los beneficiarios de ese pago, que por lo general forman parte del segmento de población de mayor riesgo ante el covid-19.
Quienes los representan harían bien en explicar de mejor forma que los pagos electrónicos son algo normal en esta época y que son la mejor opción para mantener el vital aislamiento que salva vidas.
Demasiados conflictos existen ya como para que esa parte de la población decida provocar un choque por un asunto que de lejos no lo amerita.