Una gran parte de la población se niega a entender las medidas aplicadas para disminuir los contagios por covid-19, mientras otra parte, la que comienza a ser golpeada por la enfermedad, clama de dolor por algo que en gran parte pudo haber evitado.
¿será necesario el uso de la fuerza para confinar a la población justo ahora en que los contagios comienzan a llegar su punto más alto?
Cuesta trabajo imaginar que aún en circunstancias en que se ven obligadas a salir a las calles las personas se nieguen a protegerse y a proteger a los demás.
Años de mala educación hacen echar de menos la enseñanza del civismo. El individualismo -a costa de los demás- que tanto se promocionó como medida de éxito nos empieza a cobrar una carísima factura, no solo en dinero, sino en vidas humanas.
Será difícil concluir pronto el confinamiento si la gente no coopera.