El exalcalde de Zacatepec imputado ayer por pagar una obra que nuca se realizó es apenas uno de los muchos ejemplos de cargos de elección que abusaron de la confianza que en ellos depositó la ciudadanía. Sin embargo, habrá que esperar a conocer el desenlace de esa imputación, que lo mismo puede llevarle a proceso que quedar anulada.
Y aun y cuando sea juzgado, no existe ninguna garantía de que reciba una sentencia acorde al daño que causó, pues hasta ahora, casi año y medio después de que se renovarán las alcaldías, no ha habido sanciones dignas de ese nombre en contra de los mal llamados servidores públicos de toda índole que han sido llevados al banquillo.
El agravio permanece. Incluso aquellos que recibieron condenas adversas han logrado revertirlas a través de la justicia federal por fallas en el procedimiento, por lo que los ciudadanos seguirán conservando su escepticismo.