Quizá fue mala idea conmemorar el aniversario de la aparición del ya célebre socavón del Paso Exprés con un bloqueo total de esa vialidad, porque pese a su brevedad (cinco minutos) el cierre generó enormes molestias a los conductores que deben utilizar esa importante vía para llegar a su destino.
Las muertes que ocurrieron ese día y las de varios trabajadores de la construcción, así como de automovilistas y peatones afectados por los percances que allí ocurren, están impunes. En el caso del deceso del padre y el hijo atrapados hace un año y un día, un acuerdo extrajudicial impidió que los responsables de los homicidios fueran a la cárcel.
Pero quizá la mejor forma de conmemorar sea exigir que se reparen las fallas que aún existen y que ponen en peligro la vida de más personas.