El comercio informal ha causado un grave daño a los empresarios que tienen sus negocios en el primer cuadro de Cuernavaca. El amparo que diversos grupos han dado a esa actividad ha propiciado la depauperación del centro histórico de Cuernavaca y provocado la pérdida de cientos de empleos formales.
Con el pretexto de que no existen suficientes oportunidades económicas, organizaciones oportunistas encontraron en la fuerza de los números su mejor pretexto para invadir banquetas y los frentes de los negocios, pero hoy que es más que evidente el daño que producen han aceptado buscar una solución intermedia.
Sin embargo, también apoyados en la fuerza otro grupo amenaza con echar abajo los avances de una serie de reuniones entre autoridades, el comercio establecido y los propiciados del ambulantaje.
Esperemos que la madurez de los negociadores impida cualquier retroceso y se continúe en el camino de la construcción de acuerdos favorables a las mayorías.