Varis veces se ha abordado aquí el tema: el robo de combustible es un tema de primer nivel y no un simple delito, pues los daños por esa actividad trascienden a lo económico y llegan incluso al terreno de la salud.
Una poblada comunidad –Ocotepec- ha visto afectadas sus fuentes de abasto de agua potable y es posible que el daño se extienda.
Es obvio que ese delito persiste por la complicidad de diversas autoridades.
Sin embargo, su real o simulada indolencia ha tenido consecuencias catastróficas.
Ese delito debe ser combatido con más firmeza, para que deje de ser tan redituable como hasta ahora.