Cabe mencionar que The Guardian ya no es únicamente un periódico. Sus directores han sabido adaptarse a la tendencia global para convertirse en una oferta de noticias en línea y ampliar así su oferta mucho más allá de la de un periódico tradicional. Organizan campañas, talleres, eventos con personajes destacados, cursos presenciales y en línea, podcasts, club de libros, reportando todo tipo de evento importante por internet en vivo, entre muchas otras actividades. Además, apoyan el desarrollo de nuevos productos con mercadotecnia innovadora, lo cual ha dado por resultado un “periódico” muy diferente, con una oferta particular que llega a personas en cualquier país del mundo.

Fundado en 1821 en la ciudad de Manchester, The Guardian es hoy en día una organización digital. Todavía imprimen el periódico todos los días en la Gran Bretaña, pero sus lectores son totalmente globales debido a su fuerte presencia digital y el periodismo abierto que está en el corazón de la organización. El editor actual Alan Rusbridger, a punto de retirarse, ha lanzado una nueva campaña de impacto global con reto claro de mantener los combustibles fósiles dentro del suelo (el eslogan y hashtag son #keepitintheground). Él siente ahora que durante su largo periodo como editor no dedicó suficiente tiempo ni cobertura editorial al tema del cambio climático. En conjunto con sus colaboradores y después de una intensa reflexión, decidieron enfocar su campaña en dos organizaciones globales que hacen muy buen trabajo en nombre de los pobres, los refugiados, los grupos en peligro por causa del cambio climático, en términos de educación, alimentos, salud, saneamiento, construcción de casas, etcétera. Las dos organizaciones son la Bill and Melinda Gates Foundation (www.gatesfoundation.org) y el Wellcome Trust (www.wellcome.ac.uk). The Guardian no critica a estas dos organizaciones, sino que aplaude su maravilloso trabajo. Lo que les está pidiendo es que eliminen sus inversiones en combustibles fósiles.

Tanto la Fundación Gates como el Wellcome Trust entienden perfectamente bien el peligro del cambio climático y qué es lo que le sucede a la Tierra. No es cuestión de convencerles del peligro del cambio climático; se trata más bien de pedirles que construyan sobre lo que ya están haciendo, su tan valioso trabajo, y de persuadirles de retirar sus portafolios de inversión en fósiles combustibles para invertir en algo distinto y limpio. Sus inversiones son las que les posibilitan seguir apoyando a comunidades alrededor del mundo, pero si las desvían de los combustibles fósiles tendrán un gran impacto sobre la extracción del petróleo de la tierra, entre otras sustancias. La idea para ellos es predicar con el ejemplo, con la esperanza de influir en muchas otras organizaciones.

El cambio climático constituye el tema más importante de nuestros tiempos, pero es también uno que no recibe la suficiente atención por parte de gobiernos, empresas, organizaciones, individuos, etcétera. Es tiempo entonces de gritar fuerte sobre este tema, de ponerlo en alto, para informar, para insistir, para decir: “Oye, tenemos que hacer algo y hacerlo ya”.

Convocada el pasado 30 de abril, la campaña tiene ya más de 200 mil seguidores, gente que como yo hemos firmado en línea, para mostrar nuestro apoyo y aplaudir este nuevo esfuerzo. Están produciendo y compartiendo videos, podcasts, artículos y comentarios de expertos en su sitio web y la campaña está ganando en impacto e importancia. Con la diplomacia global, con un sentido de urgencia, con una pasión por nuestra tierra, The Guardian está actuando desde su responsabilidad moral y social, que como una organización global y digital puede lograr mucho. Les pido a todos ustedes entrar a la página web, firmar su apoyo y empezar a recibir la información difundida cada semana.

La campaña apenas inició: hay un proceso de mejoramiento permanente involucrando a cada vez más personas, a fin de trabajar juntas para lograr más impacto y obtener los resultados que se están buscando. El único ‘pero’ en todo esto, es el cambio de editor de The Guardian al final de este mes de mayo y por ende la garantía del futuro de la campaña. Yo diría que después de tanto esfuerzo y dedicación para lanzar la campaña ya no puede ser abandonada. Al contrario, es la historia más importante de nuestros tiempos y tiene que sobrevivir para lograr algo significativo que frenaría el cambio climático. Si demostramos nuestro apoyo a esta campaña, es seguro que tendrá una larga vida y logrará convencer a las dos fundaciones que dejen en el suelo los combustibles fósiles. Luego ellas colaborarán para convencer a otros gobiernos, empresas, fundaciones y organizaciones a nivel global. Así, todos unidos, es mucho lo que podemos lograr.