"Nada está perdido si se tiene el valor
de proclamar que todo está perdido
y hay que empezar de nuevo.".
-Julio Cortázar-
Todos estos días han sido de reflexión. Le hemos dado la vuelta al sol viviendo nuestro día a día sin pensar mucho sobre lo que hacemos. Estamos acostumbrados a la rutina. Estamos acostumbrados a hacer las cosas de manera automática para no enfrentarnos a nuestra realidad. Este año ha sido terrible si hablamos de las cuestiones ciudadanas. Ha sido un año de cambios radicales. Muchos esperan que al país le vaya mal. Los más, creo queremos que le vaya bien a nuestro país.
Dentro de las cosas que propongo para este año, la primera es que nos enfoquemos a que nos vaya bien. Que esa sea la apuesta. Basta ya de enfrentamientos absurdos entre nosotros. No importa si eres de un partido o de otro. Por muchos años, décadas, aún sabiendo que las cosas seguirían mal, apoyamos a todos los presidentes de otros partidos. Ya no podemos seguir con el dicho de “haiga sido como haiga sido”. Debemos enfocarnos en las cosas buenas que le pueden pasar a nuestro país. Es hora de apoyar a nuestro presidente. Todas y todos hermanados en la misma causa: Qué le vaya bien a México. Porque si le va bien a nuestro país, nos va a ir bien a todos.
Y si hablamos de nuestro estado, son terribles los sucesos que acaecen día a día. Sigue habiendo secuestros, muertes, violencia. Apostemos por atraer la concordia a nuestras comunidades. Apostemos por trabajar en armonía con nuestras autoridades participando de manera activa como verdaderos ciudadanos.
Esto no quiere decir que seremos borregos. Quiere decir que participaremos de manera activa para mejorar nuestras comunidades. Seremos críticos propositivos y trabajaremos hombro a hombro. Estamos cansados de las cosas sigan en un status quo que no nos deja avanzar. Estamos hartos de la violencia que nos obliga a encerrarnos y que no podamos salir a la calle por temor de que nos suceda algo o que alguien nos lastime.
Nada está perdido como lo expongo en el epígrafe. Pero tenemos que aceptar que muchas cosas se nos han escapado de las manos. Reflexionemos y comencemos desde cero buscando el camino de la unidad y la justicia social. No olvidemos. Pero que en cada acción que hagamos vaya incluida la confianza de que todo se hace para que nos vaya bien.
Hemos sufrido mucho como sociedad. Muchos de nosotros hemos padecido la violencia en carne propia. No nos lo merecemos. Queremos una mejor vida. Ya basta de violencia. Desde esta columna me solidarizo con todas las familias de las víctimas de la violencia. No hay palabras para expresar nuestro enojo, nuestra impotencia. Queremos que nos regresen la paz. Queremos una mejor vida para nuestros hijos e hijas.
Ellen Goodman decía que pasamos el 1 de enero caminando por nuestras vidas, habitación por habitación elaborando una lista de trabajos por hacer, grietas para reparar. Tal vez este año, para equilibrar la lista, debemos caminar por las habitaciones de nuestras vidas. No buscando defectos, sino potencial. Yo agregaría que debemos caminar por las habitaciones de nuestra vida en comunidad buscando y logrando acuerdos para lograr de una vez por todas una cultura de la paz para el buen vivir.