Pero en la Ciudad de México justo ahora estamos planeando qué películas ir a ver pues hay cine gratis en plazas públicas por todos lados, claro, porque apenas el jueves fue inaugurado el Festival Internacional de Cine Documental DOCSMX (antes DOCSDF). El foro al aire libre del Parque México, así como las Islas en Ciudad Universitaria, o el Parque España, son sólo algunos de los escenarios en los que las personas pueden ver filmes documentales de todo el mundo sin pagar un centavo por ello.
Pero aún no habrá terminado el cóctel fílmico de DOCSMX cuando habrá arrancado en la colonial y singular ciudad de Morelia, Michoacán otro Festival Internacional de Cine, donde desfilan las más grandes personalidades de la industria fílmica tanto de México como de otros lugares del mundo.
Octubre y noviembre también son los meses de las Ferias Internacionales del Libro. Ya se acerca la FIL de Oaxaca, y por supuesto, la madre de todas las FIL, donde todos mis amigos intelectuales han presentado un libro en los últimos años y me han hecho sentir que no puedo morirme hasta que no los alcance en esa meta.
Claro que la FIL del Zócalo también es un magno evento cultural, igual que la FIL del Palacio de Minería.
Festivales culturales en México hay infinidad. Ya viene también el Festival de Jazz en Mazunte, Oaxaca, un motivo mucho menos censurado que los viajes con hongos mágicos, para visitar la costa oaxaqueña.
A lo largo del año, si nos lo propusiéramos, tal vez podríamos recorrer el país entero sólo a través del turismo de los festivales culturales. Por ejemplo, y sólo a manera de resumen, en este 2016 el año arrancó con el BPM Festival en Playa del Carmen, donde los turistas bailaron hasta el amanecer al ritmo de la música electrónica.
En febrero, los amantes del arte moderno se deleitaron con la Visual Art Week, en la Ciudad de México, mientras que en el mismo mes, los amantes de las letras se trasladaron a San Miguel de Allende para el Festival Internacional de Escritores y Literatura y hacia el final del mes, los cinéfilos se concentraron en el Festival Internacional de Cine de la UNAM, también en la capital mexicana.
Marzo es el mes de la Cumbre Tajín, en Veracruz, del Festival Internacional Zacatecas, pero también del imperdible Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México y del Festival Internacional de Cine de Guadalajara. Abril es para los roqueros, con el Vive Latino y luego nos brincamos a julio donde la protagonista es la Guelaguetza, en Oaxaca.
En agosto tocó el Festival Internacional de Chihuahua y en septiembre, Querétaro recibió a los amantes de la literatura para el Hay Festival. Octubre por supuesto es el mes del Cervantino en Guanajuato, pero también del Festival de la Cultura Maya en Yucatán.
En noviembre, la fiebre de los festivales fílmicos llega a León, Guanajuato y a Los Cabos, en Baja California sur. Por supuesto, habrá también en muchos puntos del país, festivales para festejar a los muertos pero creo que el rey de los festivales culturales de noviembre, por su tradición y arraigo, es el Festival Internacional de Música de Morelia.
En diciembre, el pretexto ideal para visitar Campeche es el Festival Internacional del Centro Histórico de esta ciudad amurallada del sureste mexicano y por supuesto, si quieres pasar fin de año en un lugar espectacular, Oaxaca es la recomendación pues cada 23 de diciembre se celebra la famosa Noche de los Rábanos, previa a la nochebuena.
Como ven, amigos viajeros, la vida es un carnaval como diría la sabia Celia Cruz y si queremos pasar el año entero viajando, los festivales culturales de nuestro país pueden ser la guía perfecta para hacerlo. ¡Felices Viajes!